La mujer acusada de matar a dos ancianos en Arzúa se acogió a su derecho a no declarar

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

ARZÚA

XOÁN A. SOLER

La Fiscalía pide para la acusada 43 años de internamiento en un psiquiátrico por el doble asesinato y por herir a su suegro

25 oct 2019 . Actualizado a las 18:15 h.

María Mercedes S. R., de 48 años, la mujer acusada de asesinar a dos ancianos en Arzúa el 27 de julio del 2016, se ha acogido a su derecho a no declarar a todas las partes personadas en esta causa. La vista oral comenzó ayer en la sección segunda de la Audiencia Provincial, en A Coruña. Tras la constitución del jurado popular, que se prolongó durante prácticamente toda la sesión de la mañana, la acusada fue citada a declarar ante el tribunal, pero la mujer se limitó a afirmar que «me acojo a mi derecho a no declarar».

En sus calificaciones provisionales, la Fiscalía pide para María Mercedes S. R. el internamiento en un centro psiquiátrico por un total de 43 años, cuarenta por asesinar a cuchilladas a una pareja de ancianos a los que cuidaba, y tres por herir, acto seguido, a su suegro. Por su parte, la defensa solicita la libre absolución por «vulneración de derechos fundamentales en el procedimiento que demuestren que haya sido ella» la autora de los hechos y, subsidiariamente, pide la imputabilidad por enfermedad mental, informa Europa Press.

El escrito de acusación de la Fiscalía señala que María Mercedes S. R. se encontraba en tratamiento psiquiátrico desde el año 1994 y vivía en Figueiroa (Arzúa) con su esposo, sus dos hijos y su suegro, E.C.I., que tenía 79 años de edad cuando sucedieron los hechos. Además, se encargaba del cuidado de una pareja de avanzada edad, Soledad Conde Mariño, de 84 años, madrina de su marido; y Amador Varela Cao, de 98 años, que residían en una vivienda a pocos metros de la anterior.

El crimen tuvo lugar en la madrugada del 27 de julio del 2016, cuando María Mercedes S. R. cogió un cuchillo jamonero de 25 centímetros de la cocina de su casa y se dirigió a la de los ancianos. Según las calificaciones provisionales de la acusación pública, la mujer accedió a su interior mientras ellos dormían, con las llaves que el matrimonio solía guardar en el alféizar de una ventana. Una vez en el dormitorio, les asestó varias cuchilladas que les causaron la muerte.

Siempre según el relato de la Fiscalía, acto seguido la acusada se dirigió a su propia vivienda. En la cocina se encontró con su suegro, que se había despertado por el ladrido de los perros, y lo siguió hasta el dormitorio empuñando el mismo cuchillo con el que había asesinado al matrimonio. E.C.I., que sufrió heridas en la cara y en el tórax, trató de frenar el ataque sujetando el arma con sus propias manos y pidiendo auxilio al resto de la familia.

En el momento en que salió de la habitación, la acusada se encontró de frente, en el pasillo, con su esposo y fue inmovilizada y reducida por la espalda por su propia hija. Los familiares dieron el aviso a la Guardia Civil y a los servicios médicos, que se personaron en el lugar con dos ambulancias para evacuar tanto a María Mercedes S. R., que se encontraba en pleno brote psicótico, como a su suegro.

Los dos cadáveres

Ya a primeras horas de la mañana, el marido de la encausada se dirigió a la casa de su madrina y vio que la manilla de la puerta de entrada tenía restos de sangre y la llave por fuera, por lo que volvió a su domicilio para llamar a la Guardia Civil y a los servicios de urgencias, quienes al registrar el domicilio encontraron los cadáveres de los dos ancianos.

La acusada recibía tratamiento psiquiátrico desde el año 1994 por diagnóstico de esquizofrenia diferenciada. Asimismo, los médicos forenses han determinado que en el momento de la comisión de los hechos sufrió un trastorno psicótico agudo que anuló sus capacidades cognitivas y volitivas. Por este motivo, la Fiscalía solicita para María Mercedes S. R. veinte años de internamiento, para tratamiento médico, por cada uno de los dos asesinatos, así como otros tres años por las lesiones de arma blanca provocadas a su suegro.