La Xunta decidió instalar en el centro unas instaladas en Arzúa hace un año
19 oct 2019 . Actualizado a las 15:07 h.Sentimientos encontrados es lo que ha producido la instalación de unas ventanas de segunda mano en el instituto Francisco Aguiar de Betanzos. Por una parte agradecimiento, ya que por fin y después de muchos años cuestionando la falta de mantenimiento en el centro, en el que cursan clase 670 alumnos, se consigue una mejora en elementos de aislamiento de un centro de adolece de filtraciones, pero también de malestar por lo que supone de agravio comparativo.
Las ventanas que se han instalado en septiembre, un total de 29 ventanales en 5 aulas de primero y segundo de ESO, provienen de un instituto de Arzúa, en el que se instalaran hace unos dos años y que ahora recibe una renovación integral. Es un centro gemelo al de Betanzos, aunque más pequeño, y ha tenido dos inversiones en poco tiempo, mientras el Francisco Aguiar ha contado solo con esa mejora de 29 ventanas y una pequeña inversión en retirar un almacén. Desde la comunidad escolar califican esta mejora de insuficiente, cuando cubre únicamente cinco aulas de un centro que tiene 28 grupos, más allá de otras dependencias. Además, ni tan siquiera se pudieron colocar donde más hacían falta, ya que se han tenido que instalar de manera condicionada para que no rompiera la estética exterior del instituto. Se optó por la cara norte, la que tiene más problemas de aislamiento.
Este recinto escolar, que cuenta con tres edificios, se levantó de los años ochenta y aún cuenta con los ventanales originales, de aluminio. Desde el centro se reconoce que no les parece mal la reutilización, pero supone un escaso pago para las solicitudes realizadas en los últimos años para que se realice un adecentamiento del IES.
Desde la Consellería de Educación se defiende esa actuación y se asegura que no tienen constancias de quejas por parte del centro educativo. «As fiestras están en plena utilidade, son practicamente novas e contan con rotura de ponte térmica e todas as características necesarias para garantir a súa estanqueidade e illamento térmico», resaltan desde la Xunta.
«No IES de Arzúa mudaron hai un tempo parte das fiestras. Ao realizarse este ano a rehabilitación integral, que inclúe cambio de fiestras, decidiuse mudar todas as do centro, para que quedasen igual (as anteriores, que se colocaron agora en Betanzos, son de corredeira, mentres que as colocadas agora no IES de Arzúa son oscilobatentes)», indican desde la consellería y puntualizan que «dado que as fiestras que se retiraran do IES de Arzúa estaban novas, decidiron aproveitarse para o IES Francisco Aguiar».
La ANPA O Carregal lo califica de «parche, que non resolve as deficiencias»
La ANPA O Carregal tiene claro que la instalación de algunas ventanas, que reconoce que son de buena calidad, «é un pequeno parche e non responde a necesidades de reforma integral que require o instituto».
«Non é o que demandábamos», apuntan. La asociación lleva años intentando que se dé una solución a las conocidas como porquerizas del centro, unas instalaciones que califican de «tercermundistas» y en donde se imparten clases de FP y se han instalado las aulas de educación plástica y tecnología. Desde la Xunta se invirtió en derribar una especie de alpendre y almacén donde había material inmovilizado, pero se cuestiona que se mantenga las porquerizas, unas instalaciones construidas en su día para la ganadería, que presentan graves problemas de deficiencia lumínica «e que ten humidades por todos os sitios porque o instituto está feito sobre recheo» y que, a su entender, no cumple un plan de emergencias, cuando tiene rejas en las ventanas.
Desde la ANPA han solicitado en numerosas ocasiones su derribo, que se acometan mejoras, y que se construyan un aulario con salón de actos, incluso llegaron a proponer que pudiera servir como auditorio público.