Borja Rodríguez: «Queremos loitar contra os inmobles ilegais, que cada vez hai máis»

El albergue que Borja Rodríguez regenta en su localidad natal fue en 2006 de los primeros de iniciativa privada que abrieron sus puertas en el Camino de Santiago en Galicia. Doce años, por tanto, acumula este vecino de Arzúa de experiencia en el sector, al que ahora representa como nuevo presidente de la Agalber, la Asociación Galega de Albergues Privados. Desembarca en el cargo con deberes para todos los que tienen por meta que el primer itinerario europeo de peregrinación, que «dá máis de si», no se desbarate como el mejor escaparate turístico que tiene la comunidad para enseñarse al mundo.

Con la vista puesta en el futuro, la directiva que encabeza se ha puesto como tarea sumar adhesiones al colectivo entre los albergues de las diferentes rutas jacobeas. Conciben el asociacionismo como la mejor herramienta para que «os establecementos sexan legais, cumpran con todas as normas de Sanidade e Turismo e dean resposta ás necesidades dos camiñantes», apunta el presidente de Agalber, que de sus negocios asociados garantiza que «están legais e ofrecen unhas condicións de calidade de primeira», defiende. Según señala Borja Rodríguez, la competencia desleal es el principal quebradero de cabeza del colectivo.

«Queremos loitar contra os inmobles ilegais, que cada vez hai máis, pero precisamos máis axuda», cuenta el presidente de la asociación gallega de albergues privados, que reivindica a la Administración mayor inmediatez en el control de los negocios clandestinos. «Nós denunciamos, pero veñen a comprobalo ao día seguinte, cando xa non hai ninguén hospedado», cuenta Rodríguez, que, con todo, apunta que con la fuerza que como colectivo ejerce Agalber «xa se teñen pechado albergues e pisos ilegais». Ese mayor control también lo reivindican desde el colectivo para velar por las tarifas de precios por pernocta que se establecen según la temporada. Quienes las incumplen abren una guerra «con prezos á baixa que prexudica a imaxe do Camiño», denuncia Borja Rodríguez, quien asegura que «se queren ofrecen todas as calidades, por 6 euros non dá nin a Xunta».

«Hai para todos», apostilla este hostelero de Arzúa, que confirma así el auge del Camino de Santiago y, en especial, de la ruta francesa. Con todo, «hai que erradicar a idea da súa saturación porque é mentira», puntualiza. Reconoce que la Semana Santa marca el inicio de la temporada alta en el itinerario jacobeo, donde en Agalber perciben cierta desestacionalización con cada vez más peregrinaciones escalonadas fuera los meses de mayor afluencia. «O ano pasado, xullo foi desastroso e maio, impresionante», cuenta Rodríguez, que subraya como uno de los principales logros del colectivo que ahora preside -ya formaba parte de la directiva anterior- el que en la legislación se reconociesen los albergues como establecimientos con categoría propia y, como tal, con normas adaptadas a las necesidades de un cliente muy concreto como es el peregrino.

Y del anterior mandato de Agalber, Borja Rodríguez recoge para el presente la tarea de seguir trabajando desde la colaboración y no solo con Turismo de Galicia y el Xacobeo, ante los que demandarán avanzar en una señalización homogénea que contribuya a promocionar el Camino con una imagen de marca propia, así como «un trato igualitario porque canto máis cerca de Santiago, máis coidan o Camiño». También esperan reforzar las relaciones con la Mancomunidad del Camino Francés para avanzar en asuntos como el uso de polideportivos para la pernocta de peregrinos. También ejercen competencia desleal.

El colectivo. Agalber se constituyó hace cuatro años y cuenta con medio centenar de socios de los Caminos Francés, Portugués, y de Fisterra y Muxía.

Nuevos asociados. La directiva busca alcanzar este año los cien asociados con albergues de todas las rutas.

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