La banda albanesa que causó una oleada de robos se enfrenta a 9,5 años de cárcel

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

ARZÚA

Los tres acusados asaltaron 35 viviendas de las áreas de Santiago y de A Coruña

03 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Entre el 6 de noviembre del 2015 y el 14 de marzo del 2016 la provincia de A Coruña sufrió una oleada de robos en viviendas que afectó especialmente a las áreas de Compostela y A Coruña. Tras una intensa investigación, la Guardia Civil logró detener a una banda albanesa formada por al menos tres miembros. El 15 de marzo del año pasado, tras ser interrogados por el juez, ingresaron en prisión preventiva a la espera de un juicio que se iniciará el miércoles de la semana que viene en la sección sexta de la Audiencia Provincial, la que tiene su sede en Santiago.

La Fiscalía acusa a E. G., A. O. y G. G. de dos delitos. Uno continuado de robo con fuerza en casa habitada y otro de pertenencia a grupo criminal. Para los tres solicita, por el primero, ocho años de cárcel y, por el segundo, otro año y medio. Además, el ministerio público solicita que los tres presuntos ladrones indemnicen a los propietarios de las 35 viviendas asaltadas con más de 46.000 euros, cantidad en la que se ha valorado provisionalmente el botín que obtuvieron, aunque esa cifra aumentará porque hay cuatro perjudicados a los que aún no se les han podido tasar sus pérdidas.

El primero de los golpes lo dieron en A Coruña y después comenzaron un periplo delictivo que los llevó por Teo, Santiago, Frades, Noia, Mesía, Betanzos, Bergondo, Cambre, Oleiros, Arzúa, Poio (Pontevedra), Arteixo, Culleredo y Sada. Su modo de actuar siempre era el mismo. Fijaban como objetivo viviendas unifamiliares aisladas y, aprovechando que estaban vacías, forzaban o rompían alguna de las ventanas para acceder al interior, donde buscaban fundamentalmente joyas y dinero en efectivo.

Oleiros, Culleredo y Arzúa sufrieron especialmente las actividades ilegales de esta banda albanesa, que estaba liderada por el acusado E. G., según la Fiscalía. Él era el que se encargaba de coordinar los golpes, alquilar los vehículos con los que se desplazaban hasta las viviendas que iban a robar y formalizar también los contratos de arrendamiento de los pisos en los que los tres residían durante los cortos períodos de tiempo que permanecían en España para perpetrar sus asaltos. También se encargaba de las tareas de vigilancia destinadas a conocer los hábitos de los dueños de los inmuebles en los que iban a entrar.