El Arzúa engancha a su afición

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA SANTIAGO / LA VOZ

ARZÚA

fotosxoán a. soler

El club apostará por la continuidad en el nuevo proyecto, en Tercera o Preferente

07 jun 2016 . Actualizado a las 08:40 h.

El Arzúa metaboliza la dulce resaca de la mejor temporada de sus 49 años de historia. Ha firmado un curso inolvidable, tras adjudicarse la promoción de terceros clasificados de Preferente. Y todavía puede ser memorable, si acaba por dar el salto a Tercera División. Ahí ya no le queda otra que esperar a que el Cerceda, el Deportivo B o el Choco consigan plaza en Segunda B y dejen una vacante.

Pase lo que pase en los próximos días, la directiva ya tiene el plan de ruta perfilado, según confirma el presidente, Víctor Gómez. El club quiere apostar por la continuidad del mayor número posible de los protagonistas y, a partir de ahí, apuntalar con algún refuerzo. Es la línea que viene siguiendo desde hace nueve años, cuando el equipo militaba en Segunda Autonómica.

Más allá de los resultados, la gran conquista del Arzúa en la campaña que termina apunta a la afición. El domingo fueron más de mil los aficionados que se dieron cita en el Municipal de O Viso, y de todas las edades.

El portero Albor, uno de los héroes de la eliminatoria ante el Porriño, ya que detuvo el penalti que certificó la remontada, da fe de ello: «Nunca había visto el campo tan lleno y tan volcado. Ni siquiera hace dos años, cuando ascendimos a Preferente».

Se quita mérito en la parada decisiva: «Más que nada, es una cuestión de azar y de descartes. Te fijas en la posición que ocupa el lanzador, si es diestro o zurdo...». Acertó, y de inmediato se vio en una melé de felicitaciones: «Noté que llegaba el primer compañero y ya no dio tiempo a más. Cierras los ojos y tratas de seguir respirando entre tanto abrazo».

Entre quienes disfrutaron de la victoria del Arzúa, desde la distancia, ocupa un lugar preferencial Pablo Insua, el central del Dépor que el sábado logró el ascenso a Primera con el Leganés. En la celebración pepinera se envolvió en una bandera gallega en la que se podía leer, claramente, el nombre de su villa natal.

Como ya hiciese hace un año, volverá a compartir cartel y campus con otro arzuano ilustre en el deporte profesional, Diego Quintela, que se incorporará a la disciplina del Barcelona tras ver como el Santiago Futsal retiraba su camiseta con el dorsal 23 en el último partido de Liga.