El destierro de un conocido delincuente compostelano no convence a los policías: «Seguro que pronto lo veremos por aquí»
AMES
Figura entre los considerados como más peligrosos en la comisaría
14 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El destierro por orden judicial de un conocido delincuente multirreincidente de Santiago no ha sentado muy bien en medios policiales de la ciudad, donde están convencidos de que J. J. J. no tardará en saltarse la orden que le impide residir o simplemente pisar Compostela, Ames y Teo. «Seguro que pronto lo veremos por aquí y tendremos que detenerlo. Lo mejor habría sido enviarlo a prisión», afirma un veterano agente de la Policía Nacional que ha tenido que vérselas más de una vez con este hombre que ronda los 40 y que figura entre los considerados como más peligrosos en la comisaría y en la jefatura de la Policía Local.
No le falta razón al agente, porque si por algo se ha caracterizado J. J. J. a lo largo de su vida es por hacer caso omiso de las leyes. Conduce pese a tener retirado el carné de conducir y no se detiene cuando le dan el alto, lo que en no pocas ocasiones ha propiciado situaciones peligrosa. «Un día de estos, en una huida, se va a llevar a un peatón por delante y vamos a tener una desgracia, porque a él le da todo igual», advierte otro policía, este del cuerpo municipal.
De hecho, lo que ha llevado a J. J. J. al destierro de Santiago, Ames y Teo fue, precisamente, incumplir una orden de alejamiento en un procedimiento por violencia machista en el que estaba inmerso por una denuncia que interpuso su expareja. En el sistema policial de protección a las víctimas saltó como de riesgo extremo, por lo que tuvo que ser arrestado de inmediato y puesto a disposición judicial.
Una vez ante el juez, fue la Fiscalía la que propuso, como medida cautelar, que se le prohibiese residir o acudir bajo ninguna circunstancia a Santiago, Ames y Teo. La acusación particular, es decir, la representación letrada de la expareja, quería que ingresase en prisión, pero el juez optó por la propuesta del ministerio público.
En casa de su madre
A J. J. J., que no hacía mucho que había salido de prisión y que una vez en la calle se le vio en compañía de algunos de sus compinches habituales e incluso se le investigó policialmente por mover moneda falsa en la ciudad, no pareció hacerle mucha mella el hecho de haber sido desterrado de su lugar de residencia. A las pocas horas, cuando ya tendría que estar fuera de Compostela, hubo quien le vio entrar y salir de casa de su madre.
La alerta, eso sí, está activada y todas las patrullas policiales saben ahora que, en caso de ver a J. J. J. en Santiago, Ames o Teo, deben proceder de forma inmediata a su detención. Los agentes están seguros de que no colaboraría y que sería un arresto complicado. De producirse, es más que seguro que ya nadie le libre de volver a prisión. «Eso sería lo mejor», afirma un policía.