El declive demográfico de Galicia se acelera: 243 concellos llevan todo el siglo con más muertes que nacimientos

AMES

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Únicamente Pontevedra presenta un saldo vegetativo positivo en los últimos 21 años entre las siete ciudades y solo Ames registra un saldo demográfico a favor en toda Galicia

15 feb 2023 . Actualizado a las 12:06 h.

Galicia cumple 34 años de saldo demográfico negativo. Mueren más personas que las que nacen. En lo que va de siglo han fallecido 639.358 residentes en Galicia y han nacido 412.985 niños, según los registros que hoy ha divulgado el Instituto Galego de Estatística. Un saldo vegetativo que a Galicia le ha supuesto perder 226.373 habitantes desde el año 2001, que solo ha podido paliar en parte el balance positivo que ha dejado en los últimos ejercicios la inmigración. 

El último registro, el correspondiente con datos definitivos al 2021, es el peor desde que acabó la Guerra Civil. No hay un menor número de nacimientos en la historia de Galicia, con solo ya 41 al día, mientras que el de muertes se mantiene estable pero encima de los 30.000 en el último decenio y por tanto aún lejos de la evolución inmediata a la contienda bélica española.  

El declive demográfico es muy similar en el conjunto de los ayuntamientos gallegos, pues son 243 los concellos en los que en todo lo que va de siglo nunca ha habido más nacimientos que muertes, lo que contribuye de manera drástica al descenso de sus censos. Son el 77,6 % de los municipios de la comunidad los que al menos conviven con números rojos poblacionales desde el 2001, pero el resto han emprendido el mismo camino en los últimos años, o tan solo han contado con algún ejercicio positivo suelto. Solo uno, el municipio de la comarca compostelana de Ames registra en toda Galicia un saldo demográfico a favor al cruzar el número de fallecidos con el de nacimientos, situación que vive desde 1992, aunque desde la recuperación de la democracia solo ha tenido tres ejercicios en rojo. O Porriño, Salceda, Oroso, Barbadás, Arteixo o Poio se sitúan entre los que aún conservan en este siglo un balance positivo, aunque en algún momento no haya sido así. 

Por ciudades, A Coruña acumula en este siglo 11.281 muertes más que alumbramientos, con todos los ejercicios en negativo, como le ocurre a Ferrol, cuyo saldo también está en rojo con -8.988; menos pérdida cosecha Santiago, con -1.529 personas, aunque suma cuatro años con más nacimientos que decesos, igual escenario que el de Lugo, a su vez con -3.088. Ourense lleva los 21 años con signo negativo (-7.017) y Vigo los últimos diez, lo que le arroja un saldo vegetativo negativo en este siglo de 3.126 muertos más que nacimientos. Pontevedra es la única de las siete grandes urbes gallegas en las que la cuenta demográfica resulta a favor de su censo, con 509 personas llegadas al mundo más que las enterradas, aunque la dinámica se ha torcido también desde el 2015.

Galicia sube su calidad de vida, pero se coloca en el vagón de cola de España

Mónica P. Vilar

¿Tenemos los gallegos una buena calidad de vida? La respuesta puede perfectamente tirar del tópico: depende. En el 2021 vivimos un poco mejor que el año anterior, y bastante mejor que diez años antes. Sin embargo, vivimos peor que la mayoría de los españoles. Estas podrían ser las conclusiones de trazo muy grueso que dejaría el indicador multidimensional de calidad de vida del INE, una estadística experimental que trata de medir la calidad de vida a partir de nueve dimensiones distintas: las condiciones materiales de vida, el trabajo, la salud, la educación, el ocio y las relaciones sociales, la seguridad física y personal, la gobernanza y los derechos básicos, el entorno y el medio ambiente, y la experiencia general de la vida. Esos aspectos se valoran a través de 55 indicadores distintos, que incluyen tanto datos objetivos como percepciones de los encuestados.

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