«Ya hay personas que prefieren vivir en O Milladoiro y no en Santiago»

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

AMES

PACO RODRÍGUEZ

El precio del alquiler en el principal núcleo de Ames se ha disparado

17 ene 2023 . Actualizado a las 21:07 h.

O Milladoiro es el principal núcleo de población de Ames con 13.243 personas censadas, aunque el número real de habitantes supera con creces los 15.000 vecinos. Su cercanía con Santiago y un modelo urbanístico favorable a las grandes edificaciones convirtió este enclave en un barrio dormitorio de Santiago, refugio de muchas familias que desde los años ochenta del pasado siglo no podían acceder a los precios de la vivienda en Compostela. Y aunque el concepto de barrio dormitorio ya no representa a O Milladoiro, todo lo que urbanísticamente afecta a la capital de Galicia hace lo propio con este núcleo urbano. Por eso, el descenso de vivienda de alquiler en Santiago enseguida se ha trasladado a esta zona de Ames, con arrendamientos disparados por la escasísima oferta de pisos con estándares medios de confort.

Este es el pan de cada día que afrontan las agencias inmobiliarias de O Milladoiro, que también se enfrentan a la escasez de oferta de viviendas a la venta, lo que dispara su precio.

Begoña Vilas, propietaria de la inmobiliaria Vilasgey, reconoce que en los 27 años de actividad de su empresa nunca había visto nada igual en cuanto a los precios de los alquileres, ni el trasvase de población de cierta edad que deja Santiago para vivir en O Milladoiro, un perfil que en su negocio abunda más que el de estudiantes expulsados de Santiago por los precios. «Como ejemplo tengo un caso de una pareja de más de 50 años que tiene que dejar el piso que tenía alquilado en Santiago porque el dueño le dijo que lo necesitaba y ha decidido instalarse aquí». En cuanto a los precios, Vilas señala que un apartamento de 67 metros cuadrados, con dos habitaciones y dos baños, se está alquilando en O Milladoiro por 480 euros, y si el inmueble tiene tres dormitorios y equipamientos complementarios, como plaza de garaje y trastero, el precio en el mercado ya está en los 560 euros. «Y las ofertas vuelan, porque, en los pocos casos que colgamos en internet, esa misma mañana ya llaman unas veinte personas y el piso se alquila enseguida», añade. Esta realidad la ha percibido, sobre todo, desde hace año y medio.

Manuel Saavedra, propietario de Arquisip Inmobiliaria, empresa que también supera el cuarto de siglo trabajando en O Milladoiro, sí tiene entre su clientela a «estudiantes que buscan piso porque no tienen dónde meterse». Y también en este núcleo de Ames les resulta más difícil encontrar alojamientos, porque, afirma, a la hora de alquilar, los propietarios prefieren otro tipo de perfil. Saavedra destaca que, que con el paso de los años y en este contexto de precios disparados, «cada vez hay más personas que prefieren vivir en O Milladoiro y no en Santiago, porque aquí tienes todas las necesidades cubiertas». El problema, añade Saavedra, «es que si quieres comprar no hay obra nueva, y tampoco hay pisos para alquilar. La gente nos llama y es una pena, porque apenas hay oferta, y por eso, con la poca que hay, cada vez los precios son más altos».Cuando en Arquisip reciben alguna vivienda para alquilar tiran de una lista de entre veinte y treinta personas. Y las primeras que siguen interesadas por el inmueble y no se instalaron en otros núcleos, como en Bertamiráns o Sigüeiro, ya se quedan con el piso.

Manuel Saavedra destaca que la falta de oferta está afectando gravemente al sector y no augura que el problema se solucione pronto, «porque no hay obra nueva, ya que las constructoras prefieren no arriesgarse porque no saben si los precios que piden ahora los van a poder mantener cuando los pisos estén terminados».

Lorena Iglesias, trabajadora de la inmobiliaria Enverde, también confirma que las viviendas para alquilar o comprar en O Milladoiro brillan por su ausencia. Y ofrece el dato de que un piso que en los años 2017 o 2018 se alquilaba por unos 350 euros ahora ya supera los quinientos, «y cuando los tenemos, como mucho están uno o dos días antes de que alguien se quede con él», asegura.