Rescatan de una casa de Ames a treinta perros hacinados y sin control sanitario

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

AMES

cedida

Voluntarios de Protección Civil y del refugio de Cambados trasladaron a los animales, que estaban bien alimentados

10 nov 2022 . Actualizado a las 14:38 h.

Un simple paseo para disfrutar de la naturaleza en la zona norte del rural de Ames con una mirada de conciencia animalista ha permitido rescatar a treinta perros que malvivían hacinados y reproduciéndose sin ningún tipo control ni supervisión veterinaria en una vivienda unifamiliar con una pequeña finca, a todas luces insuficiente para el bienestar de los perros.

Eso sí, las 21 hembras y 9 machos, todos de pequeño tamaño, estaban bien alimentados, «con pienso de gama media-alta». Quien lo confirma es Olga Costa, directora del Refugio de Animais de Cambados, entidad a la que el Concello de Ames tiene contratado desde el año 2017 el servicio de cuidado de animales abandonados, o como en este caso, rescatados de una dueña a la que su afán por cuidar a sus mascotas se le fue, literalmente, de las manos.

La primera llamada de atención sobre sobre este caso llegó a finales de junio al refugio cambadés, que comprobó con su propia red de voluntarios la veracidad de la alerta y dio traslado de lo que ocurría al Concello de Ames. El ayuntamiento hizo lo mismo con su servicio de voluntariado de Protección Civil y la denuncia también llegó al Seprona, que emitió un informe en el que alertaba de la situación irregular en que se encontraban estos animales.

Para una rápida intervención en casos como este es necesario que la persona que tiene a su cargo a estos animales permita el acceso a su vivienda y autorice su entrega. Así fue, según ha confirmado Manuel Lens, edil de Medio Ambiente de Ames, por lo que la treintena de canes fueron recogidos la semana pasada y trasladados hasta Cambados. Hubo que explicarle a esta mujer, una funcionaria jubilada, que los perros iban a estar mejor cuidados y que no se iban a sacrificar, relata Leis, que aprovecha esta situación para recordar a la población que, por ley, en una vivienda solo pueden vivir cinco animales. «E teñen que ter garantida unha boa alimentación e calidade de vida», añade.

Para recogerlos fue necesario crear un dispositivo especial de seguridad, ya que los perros, sin ser agresivos, rechazaban el contacto humano. Ninguno estaba vacunado ni esterilizado, por lo que el grupo del refugio y de Protección Civil tuvieron que aplicar un protocolo sanitario y sedar al 80 % de los animales para que viajasen tranquilos. En el primer traslado recogieron a los pocos cachorros que encontraron, por lo que no es descartable que las 21 hembras, adultas y muchas de ellas en celo, tuviesen camadas con cachorros muertos. De lo contrario, esta colonia canina tendría que ser mucho mayor. Por ello, y ante esta situación, el responsable de Protección Civil de Ames, Juan Pérez, insiste en que «se alguén non pode vacinar nin chipear un can é que non pode telo».]]

Concluida esta fase, llegó un protocolo extraordinario para atender de golpe a esta treintena de perros y a ochos más que el refugio también recogió en Cambados hace unos días. En estos momentos, en sus instalaciones hay siete perros de ambos rescates, ya que el resto están repartidos por la red de casas de acogida que tiene este servicio, muchas en el área compostelana. Pero hasta formalizar estas entregas tuvieron que trabajar a destajo porque de allí los animales salen vacunados y esterilizados. Y la colaboración de varios veterinarios fue esencial para acortar tiempos.

De los siete que quedan al menos tres volverán a casa de su dueña, que cuando entregó a todos los perros pidió al Concello y al refugio que le permitiesen, bajo supervisión, quedarse con algunos cuya adopción resultaría muy difícil, ya que tienen escasa movilidad por problemas en la rótula, habituales en los perros de pequeño tamaño, como es el caso.

Los cuatro que faltan de ambas intervenciones están pendientes de esterilización para enviarlos a casas de acogida, dado que, como explica Costa, requieren una atención muy especial que en el refugio no les pueden proporcionar «porque hay que darles mucho, mucho cariño», ya que, sin ser animales asilvestrados, apenas tienen contacto con humanos. «Si les doy de comer me lamen la mano, pero si intento ponerles la mano sobre la cabeza se alteran», detalla.

A la hora de afrontar el futuro de estos perros, la responsable del refugio no descarta que algunos se adopten en Alemania, ya que en este país, explica, hay muchos más especialistas en comportamiento canino y los animales con problemas tienen más posibilidades de tener una buena calidad de vida. Y no es la primera vez que organizan adopciones en este país, precisamente de perros recogidos tiempo atrás en Ames.