Ames, Melide y Arzúa son los concellos del área de Santiago más afectados por la sequía

E. Araújo / N. Noguerol / O.P.Arca SANTIAGO / LA VOZ

AMES

PACO RODRÍGUEZ

Lampai, en Teo, no tiene agua de la traída y una vivienda ya necesita suministro

19 ago 2022 . Actualizado a las 17:43 h.

La sequía que afecta a toda Galicia se deja sentir en distintas proporciones en los concellos del área de Santiago, que tienen en los cauces de los ríos Tambre y Ulla los principales suministros de agua potable, aunque municipios como Ordes y Boqueixón se nutren de otros manantiales.

Santiago, Ames, Arzúa y Melide ya han dado la voz de alarma, pero solo Ames y Arzúa han confirmado abiertamente que pueden producirse restricciones a finales de mes o a principios de septiembre si el consumo no desciende o no llueve. Y Teo, que capta agua del Ulla, no tiene problemas de suministro salvo en Lampai, porque esta parroquia carece de abastecimiento municipal en su centenar de viviendas, que tienen redes vecinales. Y si estas fallan, será necesario abastecerlas de agua. Esto ya ocurre en una vivienda, cuyo pozo está seco, por lo que el Ayuntamiento les está facilitando agua.

En Melide, debido al incremento de la población, especialmente en agosto, el Concello, a instancia de la concesionaria, ya prohibió utilizar agua de la traída para piscinas, regar, baldear, y limpiar coches y fachadas. Además, instó a empresas y comercios a minimizar el consumo. Las restricciones, comunicadas por el alcalde José Manuel Pérez en un bando se mantienen hasta nuevo aviso.

En el resto de municipios se pide control pero matizando que el suministro no corre peligro. En Oroso, que capta el agua del Tambre, se han espaciado los riegos públicos de zonas verdes y su alcalde, Luis Rey Villaverde, advierte del fuerte incremento de consumo en verano: frente a 7.500 metros cúbicos semanales, se ha pasado a los 11.000. Con esos altos niveles de demanda, en caso de imprevisto o avería el suministro solo podría garantizarse tres días, por la capacidad de almacenamiento de la red.

Tras las lluvias de las últimas jornadas, en las que el Concello cortó el riego de espacios verdes, Rey se reunirá con la concesionaria para, en caso de ser necesario, adoptar medidas adicionales para reducir el gasto de agua.

También apelan al consumo responsable los regidores de Touro, Ignacio Codesido; Vedra, Carlos Martínez; O Pino, Manuel Taboada; Boqueixón, Manuel Fernández Munín; y Brión, Pablo Lago. Este último alcalde, que comparte planta con Ames, matiza que el agua que recibe es suficiente y que la red de la zona alta no tiene problemas de agua. Por su parte, el alcalde de Toques, José Ángel Penas, apunta que «aínda que de momento non temos problemas de subministro, optamos por non regar espazos públicos, e limitar algo o consumo nos locais públicos».

En cuanto a Ordes, el concejal de Obras de Ordes, José Antonio Cabeza, señala que la captación principal, que abastece al casco urbano, se sitúa en Buscás, en el río Cabrón, está garantizada. En el caso de Arzúa, su alcalde, José Luis García, confirma que la concesionaria del servicio hizo un estudio de los mayores consumidores (la residencia y los albergues) para incidir en las medidas de control del gasto de agua.

Boqueixón, que da servicio a Vedra, Santiago y Cruces, ya utiliza el bombeo del Ulla

El municipio del área compostelana que mejor afronta la situación de sequía es Boqueixón, que dispone desde hace años de una red de abastecimiento con capacidad para cubrir la demanda de unas doce mil personas, aunque su censo supera levemente los cinco mil habitantes. Esto es posible porque tiene dos puntos independientes de captación —manantiales en la parte alta canalizados tras las obras del AVE y el caudaloso Ulla— y también porque la almacena en el entorno del Pico Sacro, por lo que puede suministrarla sin problema a todo el municipio. También al vecino concello de Vedra, que carece de sistema propio, y zonas de Santiago como Lavacolla (aeropuerto incluido) y Marrozos, así como a la parroquia de Gres, en Vila de Cruces.

Pero esta situación estratégica no implica que también sufran las consecuencias de la sequía, ya que lo habitual es que el suministro de agua proceda hasta septiembre de los manantiales de la parte alta, optando por bombear agua del Ulla cuando llega la escasez. Y este año, la falta de agua se adelantó mes y medio, por lo que a estas alturas del año ya están bombeando agua del Ulla.

Esto obliga a utilizar más cloro para potabilizarla, según reconoce el regidor de Boqueixón, Manuel Fernández Munín. El alcalde lanza un mensaje de tranquilidad, al resaltar que el suministro propio y el agua que exporta al resto de la comarca está totalmente garantizado por el elevado caudal del Ulla y la capacidad de la red, pero esto no evita que el Concello invite a la población a practicar un consumo responsable del agua durante los 365 días del año.