El difícil parto de Masa Masiña en Ames: 9 meses de gestación y el chasco de no encontrar empleados

Patricia Calveiro Iglesias
Patricia Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

AMES

Lucía y Santiago están detrás de Masa Masiña. El negocio de Ames (en la avenida Rosalía de Castro, 40) ofrecerá, además de cafés y tés, dulces caseros hechos con masas libres de aceite de palma y sin gluten. También se han tenido en cuenta las necesidades de las personas intolerantes a la lactosa para que nadie tenga que renunciar a darse un capricho
Lucía y Santiago están detrás de Masa Masiña. El negocio de Ames (en la avenida Rosalía de Castro, 40) ofrecerá, además de cafés y tés, dulces caseros hechos con masas libres de aceite de palma y sin gluten. También se han tenido en cuenta las necesidades de las personas intolerantes a la lactosa para que nadie tenga que renunciar a darse un capricho PACO RODRÍGUEZ

Lucía y Santiago están deseando contratar a alguien y así poder abrir en O Milladoiro la cafetería especializada en crepes y gofres

26 oct 2021 . Actualizado a las 08:22 h.

Allá por febrero, hace ya nueve meses, empezó a gestarse Masa Masiña. La idea era abrir en verano esta cafetería especializada en crepes y gofres en O Milladoiro (Ames). Y desde junio cuelga en la puerta del local un cartel anunciando la «próxima apertura», pero «nos está costando avanzar», reconoce Lucía Lamela, quien siempre ha trabajado como camarera y su sueño era montar un negocio propio. Contó para ello con el apoyo incondicional de su marido, Santiago Vázquez, y acabó siendo un parto más largo de lo esperado. Se juntaron las trabas burocráticas habituales de licencias y permisos con la pandemia, que lo retrasó aún más las citas presenciales. Con el papeleo y la obra ya resueltos, la inauguración se ha tenido que aplazar de nuevo.

¿El motivo? «Llevamos 15 días haciendo entrevistas y no encontramos a nadie para que me ayude por las tardes, porque yo no puedo estar pendiente de la cocina y atender las mesas a la vez. Es muy frustrante porque, cuando pensábamos que ya podíamos abrir, nos encontramos con un problema que no esperábamos», explica Lucía. A esta mujer de 32 años nacida en Muros y casada con un amiense, que habla con pasión de la hostelería, le cuesta trabajo entender la falta de mano de obra: «En este caso no serían muchas horas ni se acabaría muy tarde, a las 21.00 como mucho los fines de semana. Las condiciones son buenas... yo soy madre joven, tengo una niña de 2 años, y me gusta poner todas las facilidades si alguien tiene que salir un día antes, o lo que sea... pero está resultando súper difícil contratar a alguien. Queremos abrir cuanto antes. Tengo muchísimas ganas. Me gustaría abrir ya mañana, si puedo, pero necesito otra persona para que me eche una mano. En O Milladoiro hay mucho estudiante y creo que para ellos esta sería una buena oportunidad para sacarse un sueldo extra, incluso para alguien que busque un segundo empleo».

Mientras tanto, va abriendo boca con las fotos que comparte en redes sociales de sus dulces y de la puesta a punto del establecimiento, hechos con sumo cariño. «Siempre me gustó cocinar y creo que este estilo de comida tiene mucha salida. Veía colas a las puertas de las tiendas de gofres en otros sitios, y por aquí no había nada así», dice Lucía. Además, ofrecerá un brownie casero que, «modestia aparte, es de los mejores que probé en mi vida», dice entre risas. Para ella era importante crear un ambiente acogedor, en el que los clientes se sintieran como en casa, y se implicó hasta el último detalle, incluido un mural dedicado al café que ideó junto a su marido. «Ha sido un proceso de ensayo-error, cruzando harinas distintas para probar, mejorando las recetas —tanto con gluten como sin él—, de mucha batidora y mucha ilusión... Ojalá se pueda ver el resultado pronto», desea con voz animosa sobre la que será su primera aventura empresarial.