Blas García, próximo alcalde de Ames, un hombre de partido que ahora pasa a primera fila

Redacción SANTIAGO / LA VOZ

AMES

PACO RODRÍGUEZ

El sustituto del nuevo delegado del Gobierno es trabajador en excedencia del PSdeG y fue coordinador de Organización y Acción Electoral con Touriño

08 abr 2021 . Actualizado a las 23:15 h.

Blas García Piñeiro (Boiro, 1969) será dentro de una semana el alcalde de Ames (32.104 habitantes), uno de los concellos más pujantes de Galicia fruto de sus modernos orígenes como retaguardia demográfica y sociocultural de Santiago. Y al igual que todos sus antecesores en el cargo del período democrático, Blas García no nació en Ames, un pero que en este municipio no supone pecado original alguno.

Su faceta profesional está vinculada al PSdG-PSOE, ya que es trabajador en excedencia de estas siglas, para las que ejerció, entre otras tareas, como coordinador de Organización y Acción Electoral durante la etapa de Emilio Pérez Touriño. También es uno de los socialistas que ya en el 2014 apoyó abiertamente a Pedro Sánchez, al igual que la agrupación socialista de Ames, a la que se vinculó cuando hace más de 15 años eligió este municipio para vivir.

El 2014 también fue su año de entrada en la política local amiense de una forma ciertamente inusual. Tras la brutal derrota que dejó al PSOE sin alcaldía en el 2011 (el PP ganó por mayoría absoluta), unida a la práctica disolución del grupo municipal del PSOE y de toda su candidatura, con la excepción del ahora delegado del Gobierno, José Miñones, Blas García aterrizó en la corporación al amparo de la ley electoral, que permite nombrar a concejales no electos si no queda nadie en la lista, como era el caso.

Y así, el entonces responsable de comunicación del PSOE de Ames salió de la sombra orgánica para convertirse en la mano derecha pública de José Miñones, a quien ya acompañó como número 3 en la lista del 2015 con la que el PSOE recuperó la alcaldía, en parte debido a la guerra fratricida del PP.

Concejal de Obras, diputado provincial, portavoz del grupo socialista, escudo protector y falange macedónica de Miñones, reconoce su carácter «impulsivo» pero defiende su papel, y el del resto del gobierno al que pertenece con BNG y Podemos, para trabajar desde hace seis años sin que se conozca fisura alguna. También su contacto a cualquier hora con su vecindario, que acuñó el mantra «fala con Blas» para un sinfín de asuntos, desde los problemas con un contenedor a la variante de O Milladoiro.