O Milladoiro cumple dos años de tranquilidad sin camiones en su travesía

B. C. SANTIAGO / LA VOZ

AMES

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La medida fue implantada por el Concello de Ames a finales del 2018 para sacar de la avenida de Rosalía de Castro todos los vehículos de gran tonelaje que pasaban a diario. Desde entonces, los vecinos y los comerciantes viven con menos ruido y polución

06 mar 2021 . Actualizado a las 00:12 h.

Parecía impensable para muchos residentes hace dos años, pero el tráfico de camiones ha pasado a la historia en O Milladoiro (Ames). En diciembre del 2018 entró en vigor una prohibición con la que el concello amiense dio un pase firme para humanizar la N-550 a su paso por la localidad, una demanda histórica de los vecinos y que aún constituye uno de sus grandes retos de futuro. La puesta en marcha de esta medida, que prohíbe el paso de vehículos de más de 30 toneladas por el núcleo urbano, se apoyó en un diálogo de los representantes municipales con el Ministerio de Fomento de por aquel entonces. 

El consistorio amiense y la plataforma para la humanización de la carretera nacional ansiaban un plan más ambicioso, pero gracias al compromiso que le sacaron a Fomento se consiguió llevar adelante una limitación que ha mejorado sustancialmente el día a día en Rosalía de Castro.

Eso sí: la medida tardó en cumplirse como se esperaba, puesto que durante estos dos años ha habido períodos de infracciones por parte de muchos conductores, que se saltaban la prohibición en vez de tomar el desvío obligatorio por la AG-56. Pasó al principio, pero también después un tiempo, cuando algunos vehículos parecieron olvidar la limitación o prefirieron hacer caso omiso a la señal de prohibido el paso. Según un muestreo realizado por La Voz en octubre del 2019, casi un año después de entrar en vigor la limitación, por la avenida pasaron 15 vehículos de alto tonelaje en tan solo tres cuartos de hora. En ese mismo período de tiempo, un total de 31 camiones sí tomaron el desvío obligatorio. La propia Dirección General de Tráfico (DGT) impulsó una campaña para hacer respetar la norma un año después de entrar en vigor y se realizaron controles policiales que acabaron con multas de 200 euros para los conductores.

Los efectos positivos no tardaron en dejarse ver, escuchar y sentir. Los comerciantes aún recuerdan el temblor de suelos y cristales con el paso de los más pesados, así como los sustos entre vehículos cuando alguno de ellos cogía velocidad cuesta abajo en dirección salida y se veía obligado a frenar con cierta brusquedad. A esa tranquilidad se le sumó también la reducción de ruido, especialmente significativa en las primeras horas del día, cuando más camiones pasaban por O Milladoiro. A la lista se añade otro detalle, quizá menos perceptible aunque para nada menor: los niveles de contaminación han bajado sustancialmente y la polución es hoy menor en la localidad, redundando así en una mayor calidad del aire.

No obstante, igual que puntos positivos, también hay quien le encuentra otros negativos a la prohibición, sobre todo pensando en nuevas medidas que limiten más todavía el tráfico por la avenida. Es el caso de algunos comerciantes, que ven peligrar sus negocios si se avanza con la peatonalización y se restringe el tráfico para otro tipo de vehículos. La preocupación está en la pérdida de clientela, que podría acabar escogiendo otras zonas, creen, si no pueden acercarse en coche para realizar sus compras. La idea se sostiene en que aunque la peatonalización pueda crear vida en las calles, buena parte de los residentes pasa casi todo el día en Santiago y para lo único que serviría esa restricción sería para reducir todavía más la afluencia de gente.

Ninguna solución contentará a todo el mundo, ni siquiera algunas que ya se plantearon en su día, como enterrar el tráfico a su paso por O Milladoiro. Todas tendrán defensores y detractores, pero lo innegable es que cualquier medida traerá consecuencias: por lo pronto, según cifras del Concello, 280 camiones menos al día.

La prohibición desvió 200.000 vehículos, unos 280 cada día 

El Concello de Ames hizo público este mes un informe que analiza el impacto positivo que ha tenido la prohibición de paso de los camiones dos años después de que se empezase a aplicar la medida. En este tiempo, el concello calcula que han dejado de pasar por la avenida de Rosalía de Castro cerca de 200.000 camiones, lo que supone una media de unos 280 al día. Esas cifras han supuesto una reducción de 41 toneladas de dióxido de carbono y la eliminación de ruido también ha sido notable: antes de entrar en vigor la prohibición, a finales del 2018, había un 26 % de la población de O Milladoiro expuesta al ruido, mientras que ahora tan solo hay un 15 %. Es decir, que se ha conseguido disminuir el número de afectados por cuestiones acústicas en once puntos.

Al hilo de ese resultado, el consistorio amiense pretende avanzar en su intención de humanizar de una vez por todas la N-550 a su paso por la localidad, por lo que las actuaciones continuarán a la vista del éxito de esta medida de hace dos años.

Recientemente, el Concello de Ames tuvo una reunión con el Ministerio de Transportes para redactar en los próximos meses un proyecto sobre la modificación de la rotonda de acceso a O Milladoiro, en base al anteproyecto que ya existe. El Goberno local ya ha anunciado que en este 2021 se buscará financiación para sacar adelante el proyecto y ejecutarlo lo antes posible. Con ello, Ames busca conseguir el objetivo de permitir el acceso directo al polígono desde la SC-20, además de hacerla en dirección salida desde el núcleo urbano de O Milladoiro hacia Santiago ciudad.