Comedores de Ames: turnos o menú en clase, comida ajustada y sitio fijo

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

AMES

XOAN A. SOLER

Los programas de conciliación, a pleno rendimiento desde el jueves día 1

04 oct 2020 . Actualizado a las 05:10 h.

Este curso escolar pasará a la historia como uno especialmente complejo para organizar la vuelta a las aulas debido al coronavirus. También por el encaje de bolillos para coordinar el servicio de comedor, los planes de conciliación de madrugadores y las salidas del alumnado, en muchos casos para utilizar el transporte.

En el caso de Ames, único concello con una red municipal de comedores, que alimenta cada día a más de 1.400 escolares, el servicio comenzó a funcionar a pleno rendimiento el pasado jueves, momento en el que comenzó a aplicarse en su totalidad el complejo protocolo de seguridad sanitaria, ya que uno de los problemas que tienen los colegios de Ames es su abultada matrícula.

El sistema de comedor varía mucho dependiendo del centro del que se trate. En el caso del centro de Ventín (O Milladoiro), el servicio se presta en la sala habitual y en otra de usos múltiples, y los menús se sirven en dos turnos. Sin embargo, en el colegio Agro do Muíño también hay dos turnos, pero el alumnado del segundo ciclo de educación infantil debe comer en las aulas por falta de espacio. Frente a esta solución, la Escola de Educación Infantil O Milladoiro pudo establecer un único turno de comidas y crear trece grupos burbuja. La misma solución es la lograda en el colegio de Barouta, con un único turno en el comedor habitual. En donde la nueva realidad pasa más desapercibida es en las unitarias de Covas e Igrexa. En el primer caso, el alumnado forma un único grupo burbuja y come en el local social, mientras que en A Igrexa lo hace en el mismo espacio escolar.

En donde fue necesario establecer un tercer espacio por si fuese necesario es en el colegio A Maía, ya que las obras municipales para dotar al centro de un nuevo comedor no han terminado, por lo para este curso hubo que habilitar, además del comedor de siempre, un aula que estaba destinada a clases de inglés y también dejar abierta la posibilidad de que el gimnasio se transforme en comedor.

La organización de las comidas está adaptada a cada centro, pero las normas aplicadas son las mismas para todo el alumnado, con la salvedad del que debe comer en aulas, ya que las medida de transporte y distribución de los alimentos son distintas. No lo es, por ejemplo, la supresión del lavado de dientes, que se elimina. Otra de las novedades tiene que ver con las raciones. Está claro que hay comida más que suficiente para quien quiera repetir, pero la idea es que los menús se sirvan de forma ajustada para evitar contactos innecesarios con los alimentos y que sea el personal que atiende el comedor el que sirva nuevas raciones.

Otro de los condicionantes es que cada escolar tiene su espacio invariable para un rápido y eficaz rastreo en caso de que se detecte un caso de covid.

El servicio corre peligro en colegios de Padrón y Brión, y en Os Tilos se retrasa a enero

Los comedores escolares funcionan de forma muy dispar dependiendo de los centros, ya que Ames es el único concello con servicio municipal, mientras que en otros concellos funcionan comedores de la Xunta y las familias asumen tareas de apoyo.

El protocolo sanitario por el coronavirus ha puesto en peligro la continuidad de alguno de estos servicios porque se necesitan más personas para realizar los controles y Educación solo autoriza que este trabajo lo asuman las familias.

Esta circunstancia ha motivado, por ejemplo, que el colegio de Os Tilos (Teo) no tenga comedor, una carencia que previsiblemente desaparecerá en enero. Mientras, el Concello de Teo ofrece un servicio de monitores de 14 a 15.30 horas.

Protesta en Brión

En el colegio Rosalía de Castro, de Padrón, necesitan a 16 personas voluntarias, mientras que en el CEIP de Pedrouzos (Brión) su número se eleva a 27. Si no se consiguen estos refuerzos, el comedor del colegio padronés quedará cerrado, mientras que en Brión está funcionando con el apoyo de 9 personas, por lo que no es posible ampliar las plazas. Ante esta circunstancia, familias brionesas han organizado ya para este lunes las primeras protestas en la entrada del centro escolar.