El futuro plan de movilidad estudiará la reducción de la velocidad en las áreas urbanas y apostará por la bici y el transporte a demanda en el rural
22 ago 2020 . Actualizado a las 05:05 h.Para que los vehículos particulares tengan una convivencia segura con otro tipo de medios de transporte más sostenibles, como la bicicleta, es necesario reducir la velocidad autorizada en zonas urbanas. Este planteamiento, que tiene su manifestación más radical en la ciudad de Pontevedra, que estableció una velocidad de circulación de solo diez kilómetros por hora, está en el ADN del plan de movilidad que ha encargado el Concello de Ames, ya que una de las apuestas que destaca este ayuntamiento es que la velocidad máxima a la que se pueda circular por los tramos más urbanos baje a 30 kilómetros por hora, como ya ocurre en alguna de las vías de Santiago.
De esta posibilidad queda excluida la avenida Rosalía de Castro de O Milladoiro, ya que esta travesía urbana forma parte de la N-550 cuya titularidad corresponde al Ministerio de Fomento, por lo que el Concello no tiene competencia alguna sobre ella
Una de las primeras zonas en las que sí se podrá aplicar la reducción en la travesía de Bertamiráns, en la AC-543, que desde el 30 de abril del año pasado es de titularidad municipal, aunque el verdadero traspaso llegará con la inversión negociada entre el Concello y la Consellería de Infraestruturas para que la Xunta invierta en torno a 140.000 euros, que deberán servir para reponer el maltrecho firme y adaptar el trazado.
En aquel momento, el alcalde, José Miñones, ya avanzó que la cesión al concello de este tramo de carretera, que hasta la apertura de la autovía Santiago-Brión sufría accidentes y atascos continuos, suponía el primer paso para «ir humanizando o núcleo urbano e incrementar a seguridade peonil».
Ahora, el futuro plan de movilidad, cuyo proceso de licitación arrancó esta semana con un presupuesto de 90.000 euros, en su mayoría de fondos europeos, plantea objetivos mucho más ambiciosos. Miñones resalta que este será el primero de estas características redactado por el Concello de Ames. Y recuerda que, además de plantear la reducción de velocidad a 30 kilómetros por hora en los tramos urbanos, apuesta por conexiones con transporte público entre los dos grandes núcleos urbanos (O Milladoiro y Bertamiráns), el estudio de transporte bajo demanda para los núcleos rurales y el diseño de nuevas áreas de aparcamiento. Fijar calles de dirección única es otro de los cambios del futuro modelo de movilidad.
El Concello espera que el plan esté listo para el 2021. Previamente, habrá un proceso participativo de consulta para consensuar el modelo final. El plazo para la entrega del documento es de diez meses, según consta en las bases de contratación.