Quince centros de infantil y primaria incorporan la enseñanza de robótica

j. g. SANTIAGO / LA VOZ

AMES

SANDRA ALONSO

Se ofrece en Santiago, Ames, Arzúa, Brión, Frades, Ordes, Oroso, Teo, Trazo y Vedra

10 dic 2019 . Actualizado a las 12:19 h.

La robótica educativa, una materia que tiene como objetivo la iniciación del alumnado en la experiencia de la programación básica, robótica y construcción, se ofrece este curso en quince centros públicos de infantil y primaria del área de Santiago. Es una forma de promocionar la enseñanza de la ciencia y la tecnología, aunque ofrece otras posibilidades didácticas, como promover la colaboración entre el alumnado.

Este curso la han incorporado como una disciplina nueva en los centros Agro do Muíño de Ames y plurilingüe de Vedra. Pero la disciplina se ofrece en diez municipios de la zona y en los restantes ya figuraba en su oferta el curso pasado. Son tres de Santiago, el Pío XII, el Ramón Cabanillas y el López Ferreiro.

En Ames la ofrece además el colegio de Barouta, y en Vedra el de Ortigueira. Se imparte asimismo en el centro plurilingüe de Pedrouzos (Brión), en el de Ponte Carreira (Frades), en el de Mesón do Vento y el Castelao (ambos de Ordes), en el de Sigüeiro (Oroso) y en los de Viaño Pequeno (Trazo), Ramallosa (Teo) y Arzúa.

Motivaciones

Las motivaciones de estos colegios públicos para adherirse a la introducción de esta materia son diversas. En el Pío XII de Santiago lo hacen porque «queremos ofrecer as innovacións do ensino e esta é unha materia que vimos interesante. Temos catro optativas, de libre configuración, e robótica figura como materia en cuarto e sexto de primaria, con 20 escolares en cada. Dispomos dunha aula informática con dotación de instalacións e equipos apropiados que nos enviou a consellería», explica su director, Xosé Manuel Casaleiro.

En el López Ferreiro intentan familiarizar al alumnado con esta disciplina progresivamente ya desde infantil, aunque es en sexto de primaria donde tiene una mayor presencia. También es en sexto donde se ofrece en el Ramón Cabanillas, una hora semanal, como materia optativa que siguen 50 escolares. Es el segundo año que la imparten.

Donde tiene especial relevancia es en el colegio de Barouta, donde consiguieron una proyección importante en Galicia con reconocimientos de las fundaciones Santiago Rey Fernández-Latorre y Amancio Ortega, y de la Xunta, por un proyecto que pone en diálogo la robótica con otras disciplinas como medio ambiente, alimentación y salud.

En este centro de Ames aprovechan además la robótica para promover el reciclaje de residuos y tratan de implicar a toda su comunidad. La materia se integra en las actividades curriculares y, a mayores, la asociación de madres y padres organiza asimismo una actividad extraescolar de robótica, abierta para el alumnado de infantil y de primaria.

Educación propone a los colegios diversas posibilidades para su presencia en el aula

La Consellería de Educación ofrece a los centros hasta cuatro posibilidades para incorporar la robótica y que tenga presencia en las aulas de infantil y primaria. Esta disciplina la aconseja específicamente para los tres últimos cursos de la etapa de primaria.

Así, la robótica puede ser «unha materia de libre configuración do centro dentro da normativa vixente, dentro das materias de forma transversal, a través de programas de innovación educativa desta consellería ou de obradoiros que se desenvolvan fóra do horario lectivo», indica.

Educación dota a los centros seleccionados de material relacionado con robótica para impartir la materia. Reciben seis robots de uso educativo, adecuados para las edades del alumnado; seis kits de construcción que permitan realizar un mínimo de cinco proyectos diferentes, un manual de uso y una guía didáctica.

La disciplina Introdución á robótica educativa en primaria se integra en la Estratexia Galega para a Educación Dixital 2020 (Edudixital), para «favorecer o desenvolvemento de competencias dixitais e científico-tecnolóxicas (STEM) do alumnado mediante o proceso educativo».

La enseñanza de robótica puede tener continuidad en la ESO y bachillerato, aunque hubo protestas por cómo se ofrece, pues implica que el alumnado deba escoger religión.