La red municipal generó 260 kilos de restos de comida en cuatro días
24 ene 2019 . Actualizado a las 05:05 h.La red de comedores escolares de Ames sirve cada día en torno a mil trescientos menús. Y aunque el servicio intenta calcular al milímetro para no pasarse con el volumen de comida, lo cierto es que los restos que quedan en las cocinas y en los platos suponen una cantidad nada desdeñable, concretamente 260 kilos en los últimos cuatro días.
Sacarle el máximo partido a estas sobras sin engrosar el coste de la recogida de basura, ahorrar en abonos y rebajar la huella de carbono, es el objetivo del centro de compostaje que el Concello de Ames ha puesto en marcha en Barouta, aprovechando las instalaciones del vivero municipal.
Allí hay doce composteros pero su número puede aumentar en función de las necesidades del programa. También hay un depósito para residuos orgánicos el colegio de Barouta y en breve habrá otro en la unitaria de Covas. De todos ellos, y de los que vengan, saldrá compost para abonar zonas verdes públicas, huertas vecinales y los espacios naturales de los colegios, en los que también hay huertos.
Este proyecto, que asumen las concejalías de Medio Ambiente y de Educación, recibió una subvención estatal de 7.311 euros para la compra de los composteros y para las actividades de formación y difusión de la iniciativa, que supervisa Adega y que aprovecha los restos de podas para elaborar este compost.
Javier García, edil de Medio Ambiente, resaltó que la viabilidad del proyecto supondrá «unha redución de custos para as arcas públicas», además de promover una labor educativa y de cuidado de la naturaleza.
David Santomil, concejal de Educación, añadió en la presentación de la iniciativa que es un programa «pioneiro» y señaló que la puesta en valor del vivero de Barouta ayudará a reducir el gasto municipal en abonos para cuidar las zonas verdes del Concello de Ames.