El Concello de Ames ve inviable cubrir la demanda de los comedores escolares

Emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

AMES

PACO RODRÍGUEZ

La oposición y las familias piden soluciones para que no queden niños sin servicio

02 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La polémica generada en Ames por las dificultades del Concello para atender toda la demanda de plazas de la red de comedores escolares provocó en la tarde del lunes un intenso debate político durante el pleno extraordinario, solicitado sobre este asunto por el Partido Popular y Pacto por Ames, que se saldó sin ningún acuerdo.

Lo que sí quedó patente es que mientras el gobierno local (PSOE, Contigo Pódese y BNG) argumentó que resulta imposible garantizar que todos los demandantes de plaza dispongan de ella, el resto de partidos (PP, Ames Novo, Pacto por Ames y el concejal no adscrito Javier López), instaron al ejecutivo amiense a buscar una solución para garantizar un servicio que consideran básico.

El problema para la asignación de plazas es reciente en la historia del servicio de comedores, ya que hasta el año pasado el Concello consiguió admitir a todos los solicitantes. Pero este curso la demanda superó en más de un centenar a las plazas asignadas y el criterio de baremación, que prima el empadronamiento y los criterios de renta, tuvo que aplicarse solo en el colegio A Maía. El incremento de reservas para el próximo curso, con lista de espera ya en todos los centros, hace necesario aplicar este baremo en todos los colegios. Y los criterios establecidos en él no gozan del respaldo de un buen número de familias, pero para este curso ya no puede modificarse.

Y aunque los datos son provisionales, ya que la asignación de plazas escolares aún no está cerrada, las solicitudes para los comedores superan la oferta en todos los casos, salvo en Ventín.

David Santomil (BNG), edil de Educación, defendió durante el debate plenario que el servicio de comedores no es universal y que su masificación mermaría la calidad, condicionada ya por las dificultades para incrementar la plantilla y para disponer de espacio para servir y elaborar las comidas. También aludió a la imposibilidad económica del Concello para sufragar el coste de tantos menús como demande la comunidad educativa.

Frente a este criterio, los grupos de la oposición instaron al ejecutivo a tomar medidas para garantizar el servicio.

Oliva Agra, portavoz del Partido Popular, defendió la convocatoria del pleno porque su objetivo «é buscar unha solución ao problema». Y tras la argumentación de Santomil, declaró que se quedaba con la sensación de que el edil de Educación «tirou a toalla».

Quique Costas (Ames Novo) lamentó «que non se tomasen medidas previsoras» y señaló que para la agrupación vecinal «o servizo hai que prestalo por riba de todo, e para todos os que o demanden». También apostó por negociar una mayor implicación económica de la Xunta para garantizar el servicio.

Ramón Argibay (Pacto por Ames) afirmó que el problema para incrementar las plazas de comedor es solo económico, por lo que emplazó al ejecutivo amiense a utilizar el dinero del remanente positivo de tesorería para financiar más plazas de comedor. También planteó la posibilidad de modificar el contrato para disponer de monitores por razones de interés público.

A su vez, Javier López, edil no adscrito, lamentó que Ames no tenga reglamento de participación ciudadana «porque este debate está coxo», y apeló a la necesidad de solucionar el problema.

El alcalde, José Miñones (PSOE), intervino para cerrar el debate señalando que parte de las propuestas de la oposición no se pueden llevar a cabo por las limitaciones legales.

Comienza una recogida de firmas para eliminar las listas de espera

Horas después del debate sobre el servicio de comedores, comenzó en change.org una recogida de firmas para reclamar que ningún escolar que lo solicite se quede fuera de la red municipal, ya que estima que cerca de un centenar están en lista de espera.

En la tarde de ayer, la campaña vecinal, que resalta que el baremo para asignar las plazas de comedores municipales está «obsoleto» porque «penaliza a aquellas familias en las que ambos progenitores trabajan», ya superaba las 350 firmas registradas.

Cada menú cuesta siete euros al incluir el gasto de los monitores

El servicio de comedores escolares de Ames, que gestiona el Concello, supone un gasto anual que ronda el millón y medio de euros. Esto supone que cada menú cueste unos siete euros. A la hora de financiar el servicio, las arcas municipales aportan en torno a 650.000 euros al año, un importe similar al que abonan las familias, que pagan por el servicio en función de la renta. La contribución autonómica asciende a cincuenta céntimos por menú.

La red de comedores comenzó a funcionar en el año 2005 con 312 usuarios. Diez años más tarde, ya eran 1.034 escolares los que recibían este servicio. Y para el próximo curso, el Concello llegará al límite del contrato, con 1.254 menús, de los que en torno al 10 % son para niños con alergias e intolerancias.