«Cuando patinas, si piensas, fallas»

Loreto Silvoso
LORETO SILVOSO REDACCIÓN / LA VOZ

AMES

CESAR QUIAN

Nadia Iglesias, una joven de Ames, acaba de proclamarse la tercera mejor patinadora del mundo en China

17 sep 2017 . Actualizado a las 10:44 h.

Veo llegar los patines con los que vuela, baila, siente y sueña toda una campeona: Nadia Iglesias (Ames, 18 años).

-¿Qué son los patines para usted?

-Son parte de mi éxito.

-¿Los conserva todos?

-Sí, conservo todos mis patines. Para mí, cada par es un recuerdo de una etapa o de unos logros conseguidos.

-¿Le costaría tener que desprenderse de alguno?

-Me gusta dejárselos a otras patinadoras. Bromeo con ellas diciéndoles: «Estos ya saben hacer de todo» o «Estos fueron campeones de España».

-Estos valen su peso en bronce...

-Estos valen unos 1.000 euros. Con ellos llevo solo un año, pero me han hecho campeona de Europa y me han acompañado en este mundial.

-Era su primer mundial y hace podio con un bronce. ¡Lo suyo ha sido llegar y besar el santo!

-¡Estoy más que contenta! Mereció la pena el esfuerzo de todo el año, porque ha sido duro. Entre estudiar e ir a A Coruña...

-Se pasó todo el año viniendo a diario desde Santiago para entrenarse en el club de patinaje Maxia de Oleiros con Rosa García, una auténtica referente en esto.

-Sí, entre estudiar y el desplazamiento, la medalla ha sido la recompensa perfecta.

-¿Es capaz de oír los aplausos?

-No, cuando estoy compitiendo, voy tan concentrada, que no escucho nada.

-¿En qué va pensando, en segundos, en pasos...?

-En sensaciones. En el entrenamiento tienes que memorizar los tiempos, pero luego, cuando patinas, tienes que buscar sensaciones, porque, si piensas, fallas. Tienes que buscar lo que has repetido una y mil veces.

-¿Dice a la hora de competir?

-Sí. Ahí tienes que disfrutar y sacar todo lo que tienes dentro.

-¿Se puso nerviosa?

-Sí, pero sabía que estaba preparada. Al terminar, vi que la coreografía me había salido bien y pensé: «Bueno, ahora, ponga lo que ponga esa pantalla me da igual».

-Decían que era la mayor promesa de Galicia. Se ha confirmado.

-A mí ya me van teniendo mucho en cuenta por ahí fuera. [Risas]

-¿Qué tienen las italianas, que

se llevaron el oro y la plata?

-La preparación que hacen es totalmente distinta. Ellas trabajan todo el año con el mismo nivel de exigencia. Cada entreno es un entreno de competición y cada competición tiene que ser perfecta. Luego, claro, llegan allí y ¡cómo van a fallar! Con la alimentación igual. No se pasan un pelo.

-Para nivel de exigencia el suyo. Aterrizó el domingo y el lunes ya estaba entrenando y estrenando las aulas de primero de INEF, carrera que cursará este año. ¿Es que no le dan un respiro?

-Soy yo la que lo prefiere así. Sé que podría tener unas vacaciones, pero ya tendré tiempo de hacer paradas más adelante.

-¿Cuál fue la primera persona a la que llamó tras subir al podio?

-A mi madre, que siempre me ha acompañado en todas las competiciones y esta era la primera vez que no venía conmigo. Pero tuve que esperar tres horas, porque me tocó control antidopaje.

-¿Cuál es su próximo reto?

-Ahora toca preparar la temporada que viene con muchas fuerzas, para tratar de repetir lo que he conseguido. La verdad es que esta temporada ha sido inolvidable.

-¿Qué ha supuesto la entrada de Rosa en su carrera deportiva?

-Rosa me devolvió las ganas de competir. El año anterior fue un mal año. Yo noté un cambio enorme y con ella tengo mucha química. Siento como que mis éxitos son sus éxitos, que las alegrías son compartidas.

-[Entra en escena Rosa García. También recién llegada de China y también ya entrenando y trabajando. No hay tiempo que perder] ¿Cómo se siente?

-Esto es lo más alto que ha conseguido. En China sentí mucha emoción. Fue una pasada.

-¿Cómo es entrenar a Nadia?

-Las dos conectamos muy bien. Creo que ella me tenía un poco idealizada y llegó con tantas ganas y con tanta motivación que ella tiraba de mí y yo de ella.

-Encima estaban las dos solas allí en Nankín.

-Sí, estábamos las dos solas, sin familiares y rodeadas de una cultura diferente. Fue muy intenso.

Empezó a patinar a los 4 años. A los 18 ya es campeona de España, de Europa, y tercera del mundo.

Dieta estricta. Entrena 4 horas al día y es rigurosa con la alimentación. «Para estar a este nivel, cada kilo que pierdes, te beneficia», dice.