«Isto levanta a 'costilla' un pouquiño»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

AMES

MILA MÉNDEZ / NACHO L. TELLA

La Asociación de Taxistas de Ames reparte más de 1,5 millones de euros entre compañeros, vecinos y familiares

23 dic 2016 . Actualizado a las 09:19 h.

El año pasado rondaron. Se llevaron unos 120 euros al décimo al coincidir dos cifras con el gordo de Navidad. Pero este no lo dejaron escapar. La Asociación de Taxistas de Ames se gastó más de cinco mil euros en 25 series completas y algunos décimos más del 03371. Y se llevaron un quinto. Más de un millón y medio de euros en total. Eso sí, repartido entre vecinos, compañeros, familiares y amigos de Ames, un ayuntamiento del área metropolitana de Santiago con uno de los índices de natalidad más elevados de Galicia.

Su quinto fue el último en salir. Prácticamente a la una de la tarde. En la parada de taxis de Bertamiráns solo dos conductores celebraban la noticia mientras recibían llamadas de teléfono. Entre ellos, Mari Carmen Landeira, que estaba pletórica. «Deilles participacións a todos os irmáns, e teño sete, a todos os fillos, a todos os netos, todos temos algo». No sabe cuánto le tocó exactamente porque incluso se quedó con participaciones con las que no contaba.

En la asociación son quince taxistas, siete trabajan en el núcleo de Bertamiráns y ocho en el de O Milladoiro, y evidentemente los quince han sido agraciados, pero desde luego no fueron los únicos: «Ten moita xente de arredor e veciños, porque tiñamos unha corazonada». Mari Carmen insiste en que ella se olía algo, «aínda onte pola noite falando cos fillos díxenlles: vai tocar, e rímonos, pero eu non sei por qué, pero pensaba que si».

El encargado de comprar la lotería en la administración número 3 de Ames, situada a unos metros de la parada, fue Manuel Balsa, otro de los taxistas. Él se encarga desde hace un tiempo de adquirirla, y se reparte en participaciones de diez euros. Se vendió tanto que las 25 series, 250 décimos en total, no llegaron, por lo que hubo que comprar algunos sueltos, «e ao final a xente quería máis, o que pasa é que se esgotou», cuenta Lita Fernández, otra de las premiadas.

Los afortunados se llevarán tres mil euros si tenían una participación y seis mil con un décimo, pero a estos ganadores la ilusión no se la quita ni Montoro: «Son tres mil euros menos, Montoro, pero é unha axudiña; un fillo ao que lle deches un décimo e ten seis mil, outro outros seis mil... levanta a costilla un pouquiño», bromea. Manuel Balsa fue el encargado de comprarla, pero Lita Fernández fue la mano inocente que sacó el número elegido. «A partir de agora vou cobrar por sacar», dice a carcajadas, porque lleva dos años consecutivos con números premiados. Además, aunque admite que escogió el número al azar, «sempre tiro para o tres, porque a miña licenza de taxi é o número 13». El año que viene, afirman con convencimiento, será mejor: si en el 2015 se llevaron 120 euros y continuaron este con un quinto, «no 2017 imos directamente ao gordo, iso está clarísimo».

En un principio, apenas dos o tres taxistas y sus familiares celebraban este quinto en la parada que está justo al lado del Concello, pero media hora más tarde vecinos y amigos se acercaban ya a felicitarse mutuamente y a brindar con champán, pues muchos también tenían participaciones. Fue el caso de María Villar, del bar La Bodeguilla de Bertamiráns, o de Carmen Verde, que tenía un décimo del quinto, «e nunca me tocara nada».

Pero en Ames no solo se repartieron las 25 series adquiridas por la asociación, sino que la administración número 3 repartió otros 100 décimos por ventanilla. En total, este establecimiento, situado en el núcleo de Bertamiráns, distribuyó 2,1 millones de euros del 03371. José Lado, el lotero, asegura que los premiados han sido vecinos y gente del entorno, «aínda que tamén vén xente de paso que vai a Noia e así».

José lleva doce años en esta administración y nunca había repartido tanto dinero. Y eso que devolvió diez series, porque había adquirido 45 de ese número. Él no reservó ni un solo décimo pero estaba feliz: «É unha gran satisfacción, e máis aínda sabendo que foi distribuído entre xente traballadora».

Décimos del segundo

Santiago fue poco afortunada en la lotería de Navidad. Los quintos fueron los más generosos con la ciudad y sus comarcas, y el segundo dejó algún pellizquito. En el bar Venecia, un clásico de la ciudad, su propietario, Óscar de Toro, estaba doblemente emocionado. Por un lado vendió por máquina un segundo, y por otro el número que juega la cafetería logró 120 euros al décimo al coincidir las dos últimas cifras con el gordo. Era el número al que se suscribió su padre, ya fallecido, cuando regentaba la cafetería.

Otros dos décimos del segundo, también por máquina, se vendieron en dos administraciones ubicadas en bares de Ordes y O Forte (Boqueixón). Uno de los quintos, el 19152, se repartió en la mítica administración de la Rúa do Vilar, en el casco histórico, y en el centro comercial Área Central. En ambos casos fue solo una serie, es decir, 60.000 euros distribuidos en diez décimos. Una serie de otro quinto, el 91917, se vendió por ventanilla en Santa Clara, otra administración de la zona vieja.

Y, como curiosidad, en un bar de Herbón, en el concello de Padrón, repartieron 165.000 euros porque distribuyeron nada menos que 1.650 décimos de un número, el 89236, que resultó premiado con una pedrea.