«Milladoiro es un sitio humilde, por lo que su iglesia huye de lo ostentoso»

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

AMES

Raquel Cacabelos

El nuevo templo tendrá un retablo con la Sagrada Familia «jugando y corriendo»

02 ago 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Cuando construyes una iglesia todo tiene que tener un sentido litúrgico». Bajo esta premisa, con una inversión cercana a los dos millones de euros sobre una parcela permutada con el Concello de Ames, habla el arquitecto David Fernández Nogueira, autor del diseño de la futura iglesia de Milladoiro, un templo que previsiblemente estará terminado en diciembre pero que probablemente no comenzará su actividad litúrgica hasta el 19 de marzo del 2017, día de San José, patrono de Milladoiro, y que el próximo año cae en domingo.

Y como todo tiene sentido litúrgico, la base del nuevo templo es de piedra, pero no una piedra cualquiera, sino del material conocido como «de casqueiro», procedente del desecho de las canteras. Este granito aguanta de sobra una enorme, ágil y prefabricada estructura de sencilla construcción, porque utiliza tan solo hormigón blanco, madera clara y varios tipos de piedra (pizarra para el suelo, blanca pulida para cubrir zonas de hormigón y otra del mismo color de la madera).

Con estos materiales, explica David Fernández, su estudio de arquitectura ha diseñado un templo muy moderno en el que la clásica planta de cruz latina se intuye por el estratégico reparto de elementos católicos, sobre los que destaca la parte frontal, construida con piedra vista.

Cualquier imagen preconcebida de una iglesia católica se desvanece en el templo de Milladoiro, con el presbiterio en el centro para que la comunidad pueda rodearlo con holgura y amplios ventanales en un lateral.

Las obras están muy avanzadas, y aunque le falta parte del diseño interior, ya se intuye que si algo no tendrá esta iglesia es ornato. «Milladoiro puede decirse que es un barrio humilde, por lo que su iglesia huye de lo ostentoso, es una iglesia muy limpia y sin exceso de ornamentación para evitar distracciones visuales» argumenta su arquitecto.

También busca ser más cercana. Por eso eligió a San José como patrón, un hombre humilde que simboliza la familia, un tipo de comunidad que abunda en Milladoiro. Pensando en ella han diseñado el retablo, con «un fondo de piedra con una escena pintada en relieve y una expresión artística contemporánea porque será una Sagrada Familia que está jugando y corriendo, para que los feligreses puedan sentirse representados con una escena tan cercana», describe.

Servicios complementarios

Bajo el templo propiamente dicho, junto a los cimientos de piedra, estará la parte más social de la Iglesia, con espacio para atender a las familias y varias salas con tabiques móviles para reuniones, actividades y programas de formación adaptados al aforo. El elemento terrenal y la creencia en la Resurrección también están representadas, ya que bajo el campanario está reservado un espacio, «entre lo mortal y lo divino», para albergar 360 depósitos de cenizas.

David Fernández sigue cada detalle de la obra acompañado por el párroco José Manuel Guldrís, que resalta que este proyecto «es el logro de mucha gente que trabajó durante años». También destaca el precio ajustado de la obra, ejecutada por una empresa local, además de considerar que es un edificio «muy de este tiempo, con un diseño singular que va a darle otro aire a la zona».

Su tarea como párroco será llenar el templo de actividad. Le resultará fácil, ya que la comunidad católica de Milladoiro es muy numerosa. «Pasaremos de las estrecheces de un espacio de 300 metros cuadrados a una iglesia en la que oficiar misas para cientos de personas». Lo mismo ocurre con las catequesis, a las que se apuntan una media de 200 niños. «Y eso que ahora solo cogemos a niños de 7 años, ya que cuando se apuntaban otros más pequeños llegamos a formar a unos quinientos», añade.

Por este motivo, el pabellón de deportes de Milladoiro ejerció también como espacio para la primera comunión, obligando en muchos casos a oficiar servicios fuera. Conxo y Luou, en Teo, eran los lugares elegidos para oficios que ya no saldrán de Milladoiro.

David Fernández Nogueira. Es el arquitecto que diseñó el edificio bajo la premisa de que «todo tiene que tener un sentido litúrgico». De su obra resalta la sencillez y el uso de materiales ajustados de precio.

José Manuel Guldrís. Es el párroco de Milladoiro. Prevé inaugurar la iglesia el 19 de marzo del año próximo, ya que ese domingo es San José, patrón de la parroquia.