La primera plantación de arándanos de A Baña llega tras 5 años de trabajos

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

A BAÑA

Xoán A. Soler

Lucas y Ángel Piñeiro y Javier Suárez se plantean abrir tiendas para la venta directa

20 nov 2018 . Actualizado a las 23:57 h.

El primero de los escollos que tuvieron que superar Lucas Piñeiro y Javier Suárez para sacar adelante la idea de desarrollar una plantación de arándanos en Galicia fue localizar un terreno «lo suficientemente grande y rústico» para que las plantas se agarraran a la tierra y florecieran con éxito. Los dos jóvenes emprendedores contaron con la experiencia de Ángel Piñeiro para avanzar en la creación de la empresa. Lo malo de la iniciativa es que «requiere años de trabajo antes de ver los frutos. Cuando empezamos, el mercado estaba en alza, pero ahora está algo más bajo. Precisamente coincidiendo con la primera cosecha, pero no vamos a bajar los brazos», insiste el biólogo Lucas Piñeiro.

En los primeros pasos del desarrollo de la idea, la suerte estuvo de parte del equipo, y apareció «un terreno de más de cinco hectáreas casi perfecto en A Baña, que lo vendía una persona que residía en Cataluña, y que era suyo por herencia». En total han sido cinco años dedicados a «preparar el terreno, retirar piedras, matorrales, limpiarlo y plantear. Fue tiempo y esfuerzo, que ahora empieza a dar frutos».

Las plantas «de la variedad que nosotros queríamos no las había en Galicia, así que son importadas, pero sabíamos que nuestra tierra era perfecta para desarrollar la plantación». Inicialmente, optaron por centrarse exclusivamente en los arándanos, pero «no descartamos entrar en otros frutos del bosque». Tras casi cinco años de esfuerzos para poner a punto del terreno, el pasado tuvieron una «producción testimonial, y este conseguimos los primeros mil kilos». Tampoco es una cantidad que les permita bajar la guardia, «es cuestión de paciencia, lo bueno viene a partir de ahora. No es un cultivo tradicional gallego, y por eso hay que ser muy cauto: somos conscientes de que empezamos a ver el final de un largo túnel».

Los primeros arándanos gallegos se venden en solo dos cadenas de supermercados, Gadisa y Vegalsa, «pero de cara al futuro queremos abrir un par de fruterías, la primera será en Santiago. Entonces ya se venderán directamente nuestros arándanos, y en unos años, otros frutos del bosque gallego». Pese a lo incipiente de la explotación, Lucas Piñeiro está seguro de que «la producción gallega podrá competir en igualdad con las de fuera, tanto en calidad como en precio».