Antelo nació el mismo día que el régimen cuya defensa lo llevó a un campo de concentración
15 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Bienvenido Antelo Méndez ingresó ayer en el selecto club de los centenarios gallegos y, también es único varón que actualmente puede presumir de llegar al siglo de vida en la comarca de A Barcala (Negreira y A Baña). Lo consigue con bastante salud sin apenas achaques, salvo únicamente un problema de cadera hace un año le priva de andar, pero como dicen sus hijos se conserva muy bien, sobre todo mentalmente.
Su receta es sencilla: no hace dieta, descansa mucho, no bebe apenas alcohol y es un apasionado del fútbol, además de encantarle charlar con quienes le visitan.
Nació un 14 de abril y en su quince cumpleaños se instauró la II República. Cuatro años después le tocó vivir de lleno la Guerra Civil en el bando republicano, que le pilló en Madrid y hasta pasó veinticinco días en un campo de concentración en la desembocadura del río Jarama con el Tajo. Goza de una memoria brillante y señala que ese fue uno de los episodios más difíciles por los que tuvo que pasar. «Recordo que estábamos ben, aínda que non tiñamos comida. Deixáronnos alí, abandonados, e a primeira semana aínda fomos tirando. O peor foi despois, xa que cada día viñan as ambulancias para levarse aos que morrían», apunta el centenario. Después llegó un militar y les dejó en libertad, pero relata que cuando dejaron el campo «non quedaban follas, nin herbas, nin cortezas das árbores», del hambre que habían pasado. Lo enviaron a Madrid y, poco después fue llamado a filas para incorporarse al servicio militar durante tres años en Vigo. Una vida marcada por la dureza de aquel conflicto que recuerda perfectamente porque, dice, «era cando eu empezaba a miña vida, e tiña á familia en América, que era para onde eu quería ir, pero cortouseme todo estando en Madrid». Incluso de vuelta a Galicia le llegaron a acusar de relacionares con los Foucellas.
Fiesta con sus cuatro hijos
Bienvenido Antelo nació en Gosende (A Baña), en el vecino municipio de A Baña, pero casó en Landeira, donde vive con José Antonio, el menor de sus cuatro hijos. Todos ellos se reunieron en la casa familiar de Landeira, junto a sus mujeres y algunos nietos. En total, suma diez nietos y seis bisnietos.
También conserva una hermana de 88 años en A Baña, de un total de cinco hermanos, de los que tres eran varones, falleciendo dos tras haber emigrado a La Habana y a Montevideo, mientras que la otra hermana suya, ya fallecida, permaneció en la casa familiar de Gosende.