O Son do Camiño agota las plazas en los hoteles de Santiago y dispara los precios

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Los alojamientos más próximos al Monte do Gozo han sido los primeros en llenarse y el sector prevé una ocupación media en la ciudad del 95 %

06 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Santiago vivirá entre el 12 y el 14 de junio un lleno total en buena parte de su planta hotelera. La razón no es otra que la celebración del festival O Son do Camiño, que elevará la ocupación de los alojamientos a porcentajes superiores a los previstos para el mes de julio, según apuntan desde el sector hotelero de la ciudad.

Ese incremento de la demanda está repercutiendo también en los precios de las habitaciones. Y el sector asegura que seguirán subiendo «algo más» a medida que se acerquen la celebración de los conciertos. Estos días se venden habitaciones en alojamientos de San Lázaro —«a las que se llega caminando desde el Monte do Gozo», destacan— «a 325 euros la noche», y en Concheiros por 380 euros, indica César García, director del hotel Plaza Obradoiro. Incluso un albergue del Monte do Gozo oferta en Booking las últimas habitaciones disponibles a 192 euros para la noche del viernes. La demanda rebasa Santiago y también empuja las tarifas en su entorno. En O Milladoiro ofertan apartamentos para dos personas por 252 euros, para la noche del viernes al sábado, con reservas sin reembolso del pago. José Liñares, de la Unión Hotelera de Santiago, explica que los precios de los alojamientos han subido «conforme a la inflación», y descarta una subida específica vinculada a la celebración del festival.

Frente a los elevados precios de algunos hoteles, Javier Torreiro, del Rúa Vilar, apunta que en los del casco histórico se están conteniendo más los precios. «En los primeros días de la semana previa al festival, nosotros tenemos la pensión a 105 euros. Es el precio de la temporada», señala, aunque tampoco descarta que los precios experimenten variaciones en los próximos días si faltan habitaciones, «o que bajen, si sobran». Torreiro constata, en todo caso, que aún es posible encontrar habitaciones en el casco histórico: «Este año tenemos la sensación de que va algo más flojo que en ediciones anteriores. Incluso hay entradas a la venta».

Cercanos al Monte do Gozo

Los primeros hoteles en llenarse han sido los que están más próximos al Monte do Gozo y, por tanto, alejados del centro de la ciudad. Los del resto de Santiago, incluidos los del casco histórico, están ampliando su ocupación estos días y prevén rozar el lleno. Eso sí, la venta de sus habitaciones se activó plenamente cuando se llenaron los próximos al recinto donde se celebrarán los conciertos. Es una tendencia que altera lo que es habitual en Santiago en otras fechas, ya que son los alojamientos del casco histórico los primeros en agotar sus plazas para ir ampliándose la ocupación hacia el exterior de la ciudad. Ramón García Seara, de Turismo y Hostelería, corrobora que la previsión es que la ocupación sea altísima y que repercutirá también en el entorno. «Está siendo alta en mayo y junio, pero caerá en julio», explica.

José Liñares calcula que en Santiago estará en el 95 %, que es «un lleno técnico», ya que las políticas de reservas hoteleras impiden marcar el 100 %.

Aún así, en hoteles cercanos al Monte do Gozo, como Los Abetos, ya no tienen habitaciones libres para esos días. Manuela Hermo, directora del establecimiento, revela que hace meses que los festivaleros se aseguraron sus plazas. «Teníamos reservas para todos los fines de semana de junio antes de conocerse la fecha exacta del festival y, cuando se hicieron públicos los días de los conciertos, se cancelaron las reservas de los otros fines de semana». Hermo indica que el evento atrae todo tipo de público, desde jóvenes de un poder adquisitivo alto que se alojan en hoteles de cinco estrellas hasta otros que buscan alojamientos más económicos. Además, recuerda que O Son do Camiño mueve un número importante de artistas, representantes y productores que reservan con mucha antelación.

XOAN A. SOLER

«A mis habituales les pido que no vengan los días del festival, porque es una locura»

Bea Veiras, de la Raxería San Marcos, tiene claro que O Son do Camiño le reportará «un importante volumen de trabajo, que vendrá bien, porque está tardando en activarse la temporada alta». El perfil de los clientes que recibe durante el festival es dispar: «Fundamentalmente vienen a comer con calma. Los conciertos empiezan tarde y comen sin agobios». Beatriz recuerda que «un año, cuando aún empezábamos, no calculamos bien y nos quedamos sin huevos, así que no podíamos hacer tortillas. No hubo problema, porque cambiaron a milanesa. Se adaptan sin problemas». Entre los festivaleros, señala, «también hay mucha demanda de bocata». Algo que agradece Veiras es la comprensión de los clientes habituales: «A ellos les pido que no vengan esos días, porque no podré atenderlos bien, y me lo agradecen».

Malik Adeni, de O Tangueiro, considera que es un fin de semana «de mucho trabajo y menos ingresos. Perdemos las comidas y, sobre todo, se vende alcohol y bocadillos. Los peregrinos paran menos al ver tanta gente».