«A nadie se le ocurre comprarle una botella de vodka a su hijo por su 18 cumpleaños, pero sí le damos un móvil»
SANTIAGO
Fernando Rodríguez de la Torre impulsa un pacto con otras familias del Colegio La Salle de Santiago para evitar que los alumnos de primero de la ESO cuenten con teléfonos con acceso a internet
16 dic 2024 . Actualizado a las 09:39 h.Fernando Rodríguez de la Torre es uno de los padres del Colegio La Salle de Santiago que ha logrado el compromiso del resto de familias para que, el próximo curso, no les compren a sus hijos, que pasan para primero de la ESO, un teléfono móvil con datos y acceso a internet.
—¿Cómo nace esta medida?
—Es una reflexión que arrancó hace dos años. Empezamos a dar formación a los padres sobre el mundo en que se mueven sus hijos con los teléfonos móviles. El año pasado hicimos seguimientos a dos iniciativas, una en País Vasco y otra en Cataluña, de grupos de familias que se juntaban para retrasar la llegada del móvil a sus hijos. En septiembre publicaron los resultados y fueron muy significativos. Pasaron de un 70 % de niños con teléfono a un 30 %. Quisimos usar eso como proyecto piloto. En nuestro colegio, un 10 % de los niños de sexto de Primaria cuentan con teléfono móvil, por el 99 % que lo tienen en primero de la ESO. Decidimos ponernos de acuerdo para que no se lo compararan. No hablamos de teléfonos analógicos o de esos relojes que permiten llamar a casa, sino de los que tienen datos y les permite acceder a redes sociales, pornografía y otros contenidos que no son aptos para ellos.
—¿Se aplicará el próximo año?
—Sí, ahora estamos con la segunda fase, que es lograr un compromiso por escrito para saber el número de familias participantes. Nos parece también un argumento significativo por si tu hijo te pide un teléfono, ya que le puedes decir que tienes un compromiso con el resto de familias.
—Son los primeros en hacerlo.
—Creemos que debe ser una iniciativa no solo de La Salle. Nuestros hijos interactúan con niños de otros colegios en clases extraescolares, en los clubes deportivos… Creemos que puede tomarse de referencia y que no sea solo un centro, sino una ciudad entera, o incluso Galicia. Creemos que es una forma básica para proteger a nuestros hijos.
—Las consecuencias son claras…
—Vemos tres puntos muy importantes. El primero es el ciberacoso. Antes el niño tenía sus zonas de refugio, su familia o su casa. Esto ya no sucede y el acoso sigue en las redes sociales o en los grupos de Whatsapp. Otro punto muy relevante es el consumo de pornografía, que en niños y adolescentes es brutal y se produce cuando se tiene el teléfono móvil. Aunque se tenga ordenador o tableta, el niño no tiene un acceso íntimo. Con el teléfono móvil va al baño, a la habitación, a clase… El consumo de pornografía se dispara de forma alarmante. Después se encuentra la relación entre los propios jóvenes, ya que usan el teléfono incluso para comunicarse presencialmente. A mayores está el uso de las redes sociales, que es muy alto. Creo que la medida es correcta, pero que incluso debemos ir más allá. Los expertos dicen que no se debería tener teléfono móvil hasta los 16 años, pero los padres no hacemos casos. Cuando nos dicen que es malo consumir alcohol, a nadie se le ocurre comprarle una botella de vodka por su 18 cumpleaños, ni regalarle una cajetilla de tabaco, pero sí le damos el móvil.
—¿Hay que retirar la tecnología del sistema educativo?
—Los extremos son siempre malos. Los móviles y ordenadores son un buen complemento, pero también tienen que convivir con los libros. Tampoco podemos aislar a los niños de la tecnología, la clave es acompañarlos. Cuando les enseñamos a cruzar en la calle, les decimos que en rojo no se puede y en verde, sí, pero hay muy pocos padres que enseñen a navegar por internet. Tengamos o no éxito, por lo menos hemos hecho reflexionar a las familias.
La comunidad educativa anima a otros centros a reflexionar y adoptar medidas protectoras similares
La ANPA del colegio compostelano La Salle es consciente de la potencia que puede tener el pacto alcanzado entre los padres de los alumnos de sexto curso de Primaria como un primer paso hacia la educación digital responsable y como ejemplo a seguir por otros centros escolares. La comunidad educativa de La Salle, a través de un comunicado difundido el pasado viernes en el que da cuenta del pacto de los padres, invita a otras escuelas y familias a reflexionar «sobre la importancia de tomar decisiones conjuntas que prioricen el bienestar de los menores frente a la creciente presencia de la tecnología en sus vidas». Asimismo, la ANPA anima a otras familias y colegios a compartir sus experiencias y adhesiones a esta iniciativa. En Santiago, el uso de los móviles entre los escolares a edades tempranas ha sido tema de debate de las comunidades educativas durante los últimos años, pero ningún centro había acordado adoptar medidas preventivas firmes y de calado pactadas por los padres como la decidida ahora en La Salle.
La ANPA también aborda en charlas diferentes aspectos de esta problemática, como la sesión organizada a finales del pasado curso sobre el uso de las redes sociales por parte de los menores, a cargo también de Fernando Rodríguez de la Torre, con el objetivo de que los padres conozcan estas plataformas, su alcance y los riesgos a los que se enfrentan, para poder educar a sus hijos en su uso responsable.