El paro del transporte dejó a Santiago sin autobuses urbanos a primera hora

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Los servicios mínimos se retrasaron dos horas y con una sola línea al Clínico

29 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La huelga convocada para este lunes en el transporte provocó serios contratiempos en Santiago, especialmente en las primeras horas de la mañana, al impedir los piquetes la salida de los buses urbanos desde las cocheras de Amio. Tras una rápida negociación, se aceptó dar prioridad a las líneas más necesarias, las que conectan con el Clínico: L1 y C2. Pero, aunque debían iniciar su marcha a las ocho de la mañana, no comenzaron a funcionar hasta alrededor de las 9.30. Solo se permitió la salida de uno de los dos vehículos, por lo que la frecuencia de 40 minutos prevista en los servicios mínimos resultó ampliada considerablemente.

Julia, una usuaria de la L1 que esperaba el autobús en la parada de Pastoriza, expresó su malestar por «35 minutos de espera» que le podían suponer la pérdida de una cita médica. Tanto ella como otros usuarios aseguraban que desconocían que había una huelga convocada. Y a juzgar por la gran cantidad de pasajeros que esperaban en las paradas del bus a primera hora, es muy probable que la mayoría no tuviera noticias de la convocatoria del paro.

Las otras líneas del transporte urbano incluidas en los servicios mínimos fueron incorporándose a la actividad a partir de las 10.00, dos horas más tarde de lo previsto. Es el caso de la que lleva al aeropuerto (L6A), que tenía que empezar a funcionar a las 8.00. Para esta línea se había fijado una frecuencia de 60 minutos en los servicios mínimos.

Tiempo de reajuste

Fuentes municipales indicaron que, como consecuencia de esos retrasos iniciales, el horario de los autobuses no se acompasó a lo que estaba establecido en los servicios mínimos hasta pasadas las 11.30. Además, algunos pasajeros denunciaron en las paradas que el retraso era superior a lo fijado en estos servicios.

Por otro lado, no salió ninguno de los autobuses de las líneas L12, L13, L15, C4, C5, C6, al no estar incluidos en los servicios mínimos decretados por el Concello, que los había establecido en el 40 %. Ante la dificultad para moverse en bus, muchos optaron por recurrir al taxi, lo que provocó colas de clientes en las paradas más céntricas. Y el tráfico de acceso a la ciudad aumentó considerablemente a primera hora.

Pero si el transporte urbano se vio muy afectado por la huelga, el interurbano la sufrió aún más, con un seguimiento de la convocatoria que los sindicatos estimaron en el 90 %. Los servicios más afectados fueron los que conectan las ciudades y también los que dan servicio al cinturón metropolitano de Santiago. No solo hubo frecuencias suspendidas, sino que otras salieron con retraso. Uno de los autobuses con destino a Ribeira que no estaba incluido en los servicios mínimos no salió de Compostela. También hubo cancelaciones en los buses con destino a Lugo, A Coruña y Vigo, lo que afectó a otras conexiones interurbanas con Ordes, Padrón o Arzúa.

Salvo que se alcance un acuerdo, esta convocatoria de huelga tendrá continuidad los próximos días 11, 28 y 29 de noviembre, y el 5, 9 y 23 de diciembre. Los trabajadores piden poder jubilarse a los 60 años, como ya sucede en otras profesiones consideradas de riesgo, sin el coeficiente reductor del 8 % por año.

PACO RODRÍGUEZ

Retrasos y cancelaciones en el transporte escolar de diversos centros de Compostela y su área

Los atascos de primera hora que habitualmente registran los accesos a los centros escolares se vieron incrementados ayer, y las retenciones fueron algo más prolongadas. La razón fue que muchos padres, ante el anuncio de convocatoria de huelga en el transporte y al desconocer qué líneas estarían o no operativas, decidieron recurrir a sus vehículos particulares para los desplazamientos de sus hijos.

A pesar de todo, el transporte escolar acumuló menos incidencias que el urbano y el interurbano. Hubo alumnos que no pudieron acudir a clase por falta de autobús y otros llegaron tarde al centro al producirse retrasos en las líneas. Desde los sindicatos convocantes de la huelga señalaron que la mayor incidencia en el transporte escolar fue la motivada por los retrasos en el inicio de las rutas.

En el caso del colegio Lamas de Abade, una de las seis líneas de bus no prestó servicio y tampoco estuvo operativa para el viaje de vuelta al final de las clases. También en el colegio Mestre Rodríguez Gigirey, de Lavacolla, falló una de las tres líneas del transporte escolar. Desde la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fanpa) indicaron que en el colegio de educación infantil y primaria de Calo (Teo) no funcionó en su totalidad el transporte escolar, y que en el centro escolar de Vedra se suspendieron dos de las líneas que llevan a los alumnos del colegio.

Además, el IES de Sar tampoco tuvo servicio de transporte escolar y en el Eduardo Pondal faltó el servicio en una de sus líneas. Igualmente, el colegio público de Vite resultó afectado por la suspensión de todo el servicio de transporte escolar.