El plan de movilidad del Ensanche de Santiago eliminaría 170 plazas de párking
SANTIAGO
El PMUS plantea intervenir en cuatro calles para ganar espacio para el peatón
21 oct 2024 . Actualizado a las 20:58 h.Ganar espacio para el peatón en zonas consolidadas nunca sale gratis para la movilidad rodada. Se vio en las últimas décadas en el Ensanche, donde con cada reforma mermó el estacionamiento en la vía pública. Es la única forma de aportar amplitud para el usuario a pie, además de la reducción de la zona de rodadura, que también se ha aplicado en ese ámbito a medida que cambiaban la visión y la organización de la movilidad.
El Plan de Mobilidade Urbana e Sostible (PMUS) plantea ahora la ampliación de aceras en Santiago de Chile, República Arxentina, San Pedro de Mezonzo y Doutor Teixeiro con la eliminación de toda una banda de aparcamiento en cada una de ellas. El plan no habla de plazos, no llega a ese punto, pero sí expone intenciones y su aplicación eliminaría unas 170 plazas de aparcamiento, 170 plazas que perdería el Ensanche, pero también la ORA, con lo que es más que probable que esta acabe colonizando otros espacios. Ya lo ha hecho recientemente en Pontepedriña y en Santa Marta.
La iniciativa remodeladora no llega acompañada expresamente de propuestas que ayuden a contrarrestar ese impacto, más allá de la apuesta genérica por una mejora en las prestaciones de un servicio de transporte colectivo que no acaba de llegar, de apelar a la concienciación para rebajar la dependencia del vehículo privado y de apuntar la necesidad de crear nuevos aparcamientos de borde para quienes entren en la ciudad. Pero en este último caso también surge la necesidad de disponer de un transporte que les dé cobertura adecuada, tanto en conexión como en frecuencias, para que esas bolsas de aparcamiento sean realmente efectivas. De momento, la de Salgueiriños no lo está siendo mucho, al menos para los turismos, pese a su proximidad al centro urbano y a tener una parada de autobús justo al lado.
La prevista asunción de la gestión pública de los aparcamientos de la plaza de Galicia y la plaza de Vigo (sus concesiones terminarán entre el 2025 y el 2026), en cuyo entorno están las mencionadas calles, sí permitiría impulsar políticas de movilidad que podrían beneficiar especialmente a los residentes y al comercio de la zona, porque el problema del Ensanche, apuntan desde el Concello, no es tanto la falta de aparcamiento, como sus precios. En su subsuelo hay más de 4.000 plazas, dicen desde la concejalía de Mobilidade, donde defienden que el PMUS debe entenderse como una guía y un punto de partida, pero que no obliga a implementar todas las medidas que recoge ni en los términos exactos en que lo hace.
Cambio de paradigma
Con todo, desde el área de gobierno que dirige Xan Duro (Compostela Aberta) también exponen que el planteamiento que se hace para esas calles va en la línea de la ordenación urbana «que se está aplicando en moitas cidades, e que tamén se aplicou en certa medida nas reurbanizacións que xa se executaron no Ensanche». Afirman desde Mobilidade que hay un cambio de paradigma, que se trata de repensar la prioridad de usos «nun ben limitado como é o espazo público» y desde la perspectiva de que el uso prioritario debe ser para el peatón. Y concluyen que, en ese sentido, debe intentar limitarse el tráfico motorizado no residencial.
En cuanto a la afectación a los residentes, señalan que en esas calles los edificios tienen garajes, pero también que la futura gestión pública de los párkings de las plazas de Galicia y Vigo permitirá desarrollar políticas para residentes y comercio. La concesión del de la plaza de Galicia terminará hacia julio del próximo año, aunque el Concello deberá decidir todavía si introduce mejoras antes de ponerlo en marcha bajo su gestión. Al de la plaza de Vigo, todavía le quedarían unos meses más.
En Santiago de Chile se prevé anular una banda de aparcamiento y un carril de circulación
Las múltiples reformas por fases aplicadas al Ensanche en las últimas décadas no han llegado a Santiago de Chile ni a Doutor Teixeiro, como tampoco a los tramos inferiores de República Arxentina. Sí a los tramos al menos de los extremos de San Pedro de Mezonzo. Y eso es notorio, especialmente en las dos primeras calles. Y precisamente por eso el PMUS ha puesto el foco en ellas, aunque lo ha hecho con especial atención en Santiago de Chile. Ahí no plantea solo anular una banda de aparcamiento, como en las otras tres, sino también un carril de circulación. No solo es la más ancha de las cuatro, sino que quitando A Rosa, es la única del Ensanche que conserva dos carriles.
La capacidad de las dos bandas de aparcamiento en cada una de esas calles varía en función de su propia fisonomía y de la distribución de servicios como las paradas de autobús, taxi (San Pedro de Mezonzo tiene una con 15 plazas) y contenedores de basura. Y contando los márgenes que no concentran esos servicios, o sea, los de mayor capacidad de aparcamiento, en Santiago de Chile se perderían unas 52 plazas; en República Arxentina, 41; en San Pedro de Mezonzo, 34 (sin contar las de taxis; y en Doutor Teixeiro, 42.