Arroupa compra un terreno en el Tambre para hacer una nave y creará entre 15 y 25 empleos

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO

SANTIAGO

Asestelo fotografía

La firma de Cáritas de reciclaje textil enfila la autofinanciación entre la nueva sede y sus cinco tiendas

10 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

La firma Arroupa, impulsada por Cáritas Diocesana de Santiago, ha desvelado sus inminentes planes de expansión, que pasan por comenzar a construir cuanto antes una nave en un terreno adquirido en el polígono del Tambre. El objetivo es aquilatar definitivamente un proyecto empresarial en torno al reciclaje textil y que con el apoyo de sus cinco tiendas —Santiago, A Coruña, Arteixo, Pontevedra y Carballo— enfile la autofinanciación. La actual sede, en la vía Isaac Peral, es alquilada y está prácticamente desbordada por las 1.400 toneladas de prendas de ropa y de residuos textiles que está gestionando para su reutilización o reciclaje.

La consejera delegada, Pilar Farjas, ya adelantó antes del verano la necesidad de cambiar las actuales instalaciones por unas de mayor capacidad, y en los últimos meses se cerró la adquisición del terreno, de 4.500 metros cuadrados, y se trabajó en los trámites administrativos y urbanísticos, que van más lentos de lo esperado. Con todo, fuentes de la organización solidaria confirman que el proyecto ya está muy avanzado y que la intención es abrir las puertas en el 2025 si se cumplen los plazos en la fase de construcción.

Para Arroupa es algo más que una simple mudanza en busca de espacio. La nueva sede le va a permitir profundizar en la dimensión ambiental del proyecto. Según Farjas, «la sostenibilidad es la base fundamental del negocio», por cuanto maximiza el aprovechamiento de excedentes textiles, pero no olvida la esencia social que le da sentido.

De la calle a ser independiente

La nueva nave también permitirá ampliar el programa de empleo y de reinserción laboral de personas en exclusión social. En estos momentos, Arroupa cuenta con 26 trabajadores, de los que solo tres son permanentes. Los 23 restantes son personas con problemas socioeconómicos que encuentran en la iniciativa de Cáritas una oportunidad para emplearse y formarse durante dos años. De esos 23, diez asumen la parte comercial —dos por tienda— y los trece restantes trabajan en la recogida de material —en más de doscientos contenedores— y su clasificación. Ahora, sus gestores se plantean dar un paso más y que las contrataciones en la nave supongan la creación de entre 15 y 25 puestos.

Arroupa, que pronto cumplirá una década de funcionamiento, destaca el alto nivel de integración laboral que está consiguiendo con las personas que pasan temporalmente por la plantilla, con casos de personas que han pasado de dormir en la calle a tener un empleo sin dependencia.