¿Ves muchas ópticas en Santiago? Ves bien

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Compostela cuenta con 42 colegiados en activo, duplicando la ratio española de negocios de visión por habitante y muy por delante de todas las urbes gallegas

28 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Los turistas alemanes tienen que alucinar. En su país, en una ciudad con cien mil vecinos censados como Santiago, lo normal es que haya entre 13 y 14 ópticas. En Compostela, solo en el Ensanche, ya hay 18. Y si se suman las de los centros comerciales y las ubicadas en los barrios, llegan a 42. Exactamente el doble de las que le correspondería por población, atendiendo a la ratio española por cada diez mil habitantes, que está en 2,1 negocios (1,43 en Alemania).

En Galicia, según los datos del Colegio de Ópticos Optometristas, solo hay más negocios relacionados con la visión en Vigo (75) y en A Coruña (74), también por encima de la media española pero lejos de Santiago si se aplican términos de proporción. En la misma liga demográfica, Ourense, que ronda los 104.000 vecinos, tiene 28 ópticas; y le siguen Lugo (26), Ferrol (23) y Pontevedra (21).

También en Ames

Antes de indagar en el sector, la primera explicación sería la población flotante, que sitúa en casi todos los ránkings a Santiago como la tercera ciudad gallega en múltiples indicadores, pese a su cuarto o quinto puesto demográfico en disputa con Lugo. Pero la realidad es que Ames, el concello que más nutre a la capital con buena parte de sus 32.500 vecinos, también cuenta con una docena de ópticas, duplicando también la ratio.

Efecto ancla de la facultad

Consultados el colegio oficial y profesionales con larga trayectoria en la ciudad, el primer razonamiento pasa por concederle un efecto ancla a la Facultade de Óptica e Optometría de la USC, que es centro referencia más allá de Galicia. Sus alumnos acaban enraizando y conociendo el mercado santiagués, lugar de preferencia para sus prácticas, repitiendo el fenómeno de los históricos sanatorios y clínicas que nacieron a la sombra de la Facultade de Medicina y del Hospital Xeral. «Y es curioso, porque es difícil encontrar ópticos», lamenta Cristina Pérez-Mendaña Tábora al tiempo que ratifica la tesis oficial. La gerente de la cadena gallega Ópticas Tábora, con tiendas en varias localidades, lidia con el músculo y las ofertas de las principales franquicias, con campañas constantes en grandes medios; y con pequeños negocios independientes, a veces de un solo trabajador. «Nosotros vivimos de la gafa graduada, y competimos gracias al boca a boca y a la buena reputación», resume.

PACO RODRÍGUEZ
 

Antonio López: «En Europa abren menos negocios porque los ópticos tienen trabajo en el sistema de salud» 

 

El elevado número de ópticas en Santiago afecta directamente a su facturación, incluso en una ciudad con un tique medio de gasto que es más alto que en otras plazas. En España, los ingresos medios por tienda no llegan a 200.000 euros anuales, mientras que en Alemania o Francia andan por el medio millón de euros, porque el gasto medio por cliente también es superior, como indica el Libro de la Visión, que edita anualmente la patronal.

Mirando a Europa es donde encuentra Antonio López otra explicación sólida para la proliferación de negocios en España y en su ciudad. En enero abrió Óptica Santiago, tras un par de décadas trabajando por cuenta ajena en una gran cadena nacional y en otra más local con varias sedes. López se suma a la teoría de la facultad, pero le da una vuelta de tuerca: «En otros países en los que los ópticos están integrados en el sistema de salud público se abren muchos menos negocios, pero aquí las salidas están capadas, la óptica es lo que hay, además de los centros oftalmológicos. Cuando el Sergas le dé el reconocimiento igual que a otras disciplinas sanitarias verás cómo se dejan de abrir negocios», dice con rotundidad.

El colegiado compostelano desmonta el mito de los márgenes de beneficios, «formidables en el pasado», y desliza que «cuando ves que abundan los descuentos permanentes del 30 o el 40 %, o que las gafas de acceso que se publicitan como reclamo siguen ancladas en los 59 euros, como hace quince años, algo quiere decir». Pero también reconoce que «si no haces ofertas, estás fuera de mercado». Sobre la presión de las franquicias es franco: «Todo el mundo defiende el comercio local hasta que toca rascarse el bolsillo».