Cardiólogos argentinos visitan el CHUS: «Ni en la mejor clínica de EE.UU. he visto cosas así»
SANTIAGO
«Uno puede tener la mejor tecnología, pero sin los seres humanos, el mejor proceso del mundo puede fracasar», cerró Pablo Guillermo Stutzbach
19 sep 2024 . Actualizado a las 21:37 h.Durante los últimos tres días, en los pasillos del servicio de Cardioloxía del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) se venía escuchado un marcado acento argentino. Provenía de un grupo de seis prestigiosos cardiólogos, capitaneados por Pablo Guillermo Stutzbach, presidente electo de la Sociedad Argentina de Cardiología, que han visitado la capital gallega para conocer el trabajo realizado por el equipo del doctor José R. González-Juanatey, quien contó con el apoyo de la también cardióloga Pilar Mazón.
«Nuestro objetivo era conocer este fantástico sistema de atención, sobre todo focalizándolo en nuestro campo», precisó Stutzbach, cuyo grupo cada año visita un hospital puntero del mundo: «Queríamos ver como era este modelo, liderado por el profesionalismo, con un gran nivel de detalle y con un absoluto control de procesos. Nos ha ayudado a ver qué tenemos que mejorar».
Tras agradecer la generosidad de los doctores y sanitarios compostelanos, Stutzbach destacó que lo que más les sorprendió fue que «a pesar de la complejidad de sistema, al paciente se le resuelve su patología de la manera más rápida y con la mejor tecnología». Afirmó que esto se debe a que el modelo apuesta por «medir todo lo que se hace. El paciente es el centro de todo, no las necesidades del médico. Se hace uso muy racional de los recursos. Se gasta donde se debe gastar. Los procesos de gestión y de calidad son fantásticos. Es una cosa maravillosa, ni en la mejor clínica privada de EE. UU. he visto cosas así».
Destacó que estos tres días les servirán para llevar todo lo aprendido a la realidad de su país: «Creemos que se puede adaptar, aunque en Argentina tenemos realidades muy heterogéneas. No son lo mismo los hospitales privados o públicos de Buenos Aires, que los que están en el interior. Allí lo privado y lo público convive, pero lo que les falta es sincronía».
Sobre el CHUS, afirmó que «está muy diseñado para el enfermo grave, para darle una solución rápida. De ahí vuelve al sistema de atención familiar. La sincronía es muy buena para la vida del paciente, del que nunca se le pierde el control». Cree que, además de los procesos, la clave está «en el nivel de compromiso que hemos visto, y eso tiene que ver con los liderazgos. Los líderes de los equipos marcan el compromiso, el estilo y la responsabilidad». «Uno puede tener la mejor tecnología, pero sin los seres humanos, el mejor proceso del mundo puede fracasar», cerró Stutzbach, que reconoció haber vivido «una semana fantástica de trabajo».