La tasa de paro cae al 4,4 %, la más baja de las ciudades, por el tirón de los servicios
30 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.La última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al segundo trimestre de este año, sitúa el mercado laboral del municipio de Santiago próximo al pleno empleo, según el criterio que establece el Servicio Público de Empleo: este nivel óptimo se alcanza cuando la tasa de paro no supera el 4 %. Según la EPA, la capital gallega tiene actualmente una tasa del 4,4 %, por lo que está solo cuatro décimas por encima y es la más baja de las ciudades gallegas, según la elaboración de los datos de la encuesta que acaba de publicar el Instituto Galego de Estatística (IGE). Este ránking está encabezado por Vigo y Ferrol, con una tasa de paro del 12,1 %, seguidas por Ourense (9,3 %), A Coruña (8 %), Lugo (7,7 %) y Pontevedra (7 %). La ciudad del Lérez es la que más se aproxima a Santiago, si bien está casi tres puntos por encima.
Aunque la de la EPA se considera una metodología fiable de medición de los distintos parámetros del mercado laboral en ámbitos de población de tamaño significativo, no lo es tanto al descender al detalle de ciudades como las gallegas, y el propio IGE advierte al realizar este análisis que «os resultados dos sete grandes concellos deben tomarse con cautela porque poden estar afectados por elevados erros de mostraxe». En todo caso, se constata una nítida tendencia favorable del mercado laboral en Santiago en términos de reducción del número de parados y con una clara ventaja sobre las otras seis grandes ciudades. Esta tendencia es de un descenso progresivo de la tasa de paro desde que en el año 2013 alcanzó el nivel máximo —tomando siempre como referencia el segundo trimestre— al llegar al 25 %. La reducción fue constante en los años sucesivos hasta el 2019, cuando se registró el nivel más bajo de paro, con una tasa del 6,2 %. Esta positiva evolución se truncó al año siguiente por el impacto de la pandemia, de forma que el resultado de la EPA de junio del 2020 la disparó de nuevo hasta el 11,9 %. Pero la tendencia a la reducción de la tasa de paro se retomó en el 2021, cuando fue del 8,7 %, si bien el año pasado se cerró el primer semestre con un ligero repunte, hasta el 9,6 %.
En todo caso, Santiago registra notables oscilaciones en el empleo dependiendo de la época del año, factor vinculado fundamentalmente a la estacionalidad del sector servicios y, más en concreto, a las actividades relacionadas con el turismo y la hostelería. Así, en la primera EPA del año la tasa de paro es más elevada: el 7,4 % en el primer trimestre del 2024 y del 11,8 % en el del 2023.
En datos absolutos, la última EPA indica que de la población de Santiago de 16 y más años, hay 48.500 personas activas, de las que 2.100 están paradas y 46.400 ocupadas, frente a 50.800 activos, 45.900 ocupados y 4.900 parados hace un año. En la relación entre personas ocupadas sobre la población de 16 y más años (tasa de ocupación) Santiago desciende en el escalafón de las ciudades a un puesto medio, con el 52 %, superada por Lugo (56,5 %), Pontevedra (54,4 %) y Ourense (54 %).
En cuanto al balance mensual del paro registrado —el contabilizado a través de las oficinas de empleo—, Santiago cerró junio con 3.575 personas demandantes de empleo, 376 menos que hace un año y 1.429 menos que en junio del 2019, último año antes de la pandemia.
La hostelería compostelana necesita trabajadores con formación y experiencia
M. P. / I. C.
La hostelería sufre la falta de mano de obra, especialmente de aquella con formación y experiencia. Tal como apunta el portavoz de Unión Hotelera Compostela y gerente de tres hoteles del casco histórico, José Antonio Liñares, los hoteles de cierta categoría necesitan camareros y cocineros formados, no basta con «nocións básicas», sino que son necesarios «códigos e maneiras». Apunta que esta situación ya se daba en el verano del 2023.
En relación a las causas de la escasez de mano de obra, Liñares descarta las condiciones económicas y habla de una «evolución no mercado» y de «dinámicas» provocadas por la pandemia. «A pandemia cambiou cousas e non todas para ben», asegura, y pone como ejemplo una «falta de compromiso» y un «salto de sector» en los trabajadores, que buscan otras condiciones laborales. «Na hostalaría hai que traballar en horas nas que os amigos e familiares teñen tempo libre. Iso antes aceptábase, agora xa se percibe nas entrevistas que a xente é algo remisa aos horarios», afirma el hotelero, que insiste en que esto ocurre «dentro do convenio e do cumprimento de todo o acordado».
Liñares argumenta, sin precisar con datos concretos, que se perciben «sensacións, como o feito de que non se dan montado equipos». Con todo, el problema sería más acusado en sitios turísticos menos urbanos, con menos residentes para cubrir los puestos y donde el coste del alquiler perjudica la contratación. Según el hotelero, la capital gallega, al ser una ciudad, cuenta con más habitantes para desempeñar estos empleos. Aun así, asegura que mucha de la gente que trabaja en hostelería en Santiago es extranjera, gente formada o que se forma aquí por la mediación de asociaciones como Cáritas y que aporta a la ciudad «gran valor social».