El Ulla se adentra en la ría de Arousa tras unos kilómetros donde manda la majestuosidad del río y su entorno
SANTIAGO
![](https://img.lavdg.com/sc/AL3H--HDluYBr_TW7PkIaBuT6CI=/480x/2024/06/28/00121719592981388110570/Foto/SJ29C9F2_184127.jpg)
En el Xirimbao el paseo es siempre grato y permite llegar a una pasarela colgante que se ha transformado en un entorno donde todo el mundo que va se hace una foto
29 jun 2024 . Actualizado a las 05:00 h.En Pontevea el río Ulla corre majestuoso, como si supiera que se aproxima a su inevitable final y quisiera ponerse sus mejores galas. Incluso en épocas estivales hace gala de anchura y de él emana una sensación de poderío. Por eso hay que aparcar el coche —no es muy fácil en las proximidades si el excursionista se mantiene en suelo pontevedrés— y admirar la corriente desde el centro de ese puente. Lugar idóneo también es el área recreativa que se extiende en la otra orilla.
![](https://img.lavdg.com/sc/A92YqtgP2rYPDGXbKE6jIOoYpHA=/480x/2024/06/28/00121719592922188783601/Foto/SJ29C9F3_18415.jpg)
Sin cruzar, la llamada senda fluvial arranca del mismo puente y discurre en paralelo al Ulla aguas abajo. Salvo en unos pocos metros, se mantiene a una prudente distancia del río, así que recorrerla no resulta peligroso en modo alguno. La recompensa es una panorámica sencillamente bonita.
Claro que no hay que ir fijándose solo en el agua y en los múltiples remolinos que forma, sino también en el montículo que se divisa a la derecha cuando se lleva caminando una docena de minutos. La cumbre se halla a solo 66 metros del nivel del mar (aunque parecen más) y fue la elegida para construir ahí una aldea cuando la prehistoria estaba a punto de finalizar. Ese es el castro de Reis. Por cierto, entrando por el este resulta posible alcanzar la cima.
![](https://img.lavdg.com/sc/ttIY4v6MSJ6yAccz2SdvPiyZHRs=/480x/2024/06/28/00121719594901394664365/Foto/S_20240628_182057000.jpg)
Poco después acaba el sendero. O marcha atrás al coche o si alguien ha quedado en él debe marchar al cruce con un arroyo (el Valiñas), con su propio castro, y frente a él, al otro lado de la corriente, el Couso. Puro territorio arqueológico.
La respuesta es afirmativa cuando se pregunta si entra en lo posible seguir andando, pero solo para los muy amantes del senderismo y sabiendo que habrá que ir, en algunos tramos, por una auténtica selva. Sí es posible ir por pistas de tierra que se alejan un poco del agua. Esa es otra manera de disfrutar de esa zona plácida, olvidados aquellos tajos que caracterizaban al Ulla kilómetros atrás pasado el embalse de Portodemouros, aunque volverá a discurrir por otro ya en Padrón.
![](https://img.lavdg.com/sc/VXD-IUOvCyj1tXxy36Pmj_Cklvs=/480x/2024/06/28/00121719594842110433858/Foto/S_20240628_182213000.jpg)
En cualquier caso, el siguiente punto de encuentro queda fijado en Xirimbao. Si se va en coche, el desvío se localiza en Freixeiro, con carballos que parecen ir indicando el camino y acompañan al excursionista. Xirimbao se ha convertido en un lugar bien conocido en muchos kilómetros a la redonda, con sus árboles centenarios. El paseo ahí es siempre grato y permite llegar a una pasarela colgante que se ha transformado en un entorno donde todo el mundo que va se hace una foto. El Ulla, como antes: esplendoroso, y poco a poco se va a ir encajonando, de manera que una larga pista de tierra —muy recomendada para estirar las piernas o para ir en bicicleta— muere ante roquedales cubiertos de arboleda. Es la zona de las famosas pesqueiras de la muy cotizada lamprea.
![](https://img.lavdg.com/sc/GQ9Q8NGpXPkjckKSiJ1dA8Og_A8=/480x/2024/06/28/00121719594842620281716/Foto/S_20240628_182150000.jpg)
Por coche procede ir hasta Sinde, y ahí desviarse a la izquierda (señalizado) para bajar hasta un puente que permite ver de nuevo el río, si bien luego no queda otra que dar marcha atrás.
La carretera AC-242 ya presume de viviendas a diestra y siniestra hasta que vuelve a subir y una vez arriba un mirador invita a la parada para justamente contemplar el tajo final del Ulla. Panorámica de notable alto.
![](https://img.lavdg.com/sc/XnEkWp-YHNheKKcoGV3LFWRS3A0=/480x/2024/06/28/00121719594901948124802/Foto/S_20240628_182135000.jpg)
Y a continuación el río pasa por debajo de cuatro puentes: el primero cerca del monasterio de Herbón, el segundo el de la AP-9, el tercero el del tren y el cuarto el de Pontecesures. Y dejado este último atrás, el Ulla se prepara a morir: la ría de Arousa le espera.