Los médicos de atención primaria del área de Santiago cerraron el 2023 con 2,3 millones de consultas

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

XOAN A. SOLER

Cada doctor cuenta en su cupo con una media de 1.251 pacientes

13 ene 2024 . Actualizado a las 14:46 h.

Determinar los retos del futuro y analizar las batallas libradas en el 2023. En eso consistió la reunión celebrada esta semana en la que estuvieron presentes medio centenar de jefes de servicio y coordinadoras de enfermería de los centros de atención primaria del área sanitaria de Santiago y Barbanza. Fructífera, así la definieron parte de los presentes, que recibieron los datos a destacar del pasado año. El 2023 se cerró con 2.303.243 consultas realizadas por parte de los sanitarios, cifra nada baladí, aunque 5 % menor que la del 2022, cuando se había llegado a las 2.384.987.

Disminuyó también el número de tarjetas sanitarias por cupo, llegando a las 1.251 personas por cada médico, y que en el 2022 habían sido 1.327, y cumpliendo con la recomendación de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria, que afirma que no deben superarse los 1.500 pacientes. En una junta en la que estuvo la gerente del área sanitaria, Eloína Núñez; su homóloga del Sergas, Estrella López Pardo; y la directora xeral de Planificación y Reforma Sanitaria, Sofía Liñares, se destacaron los dos nuevos cuerpos creados: los Equipos de Soporte de Atención a Domicilio (ESAD), que en el área sanitaria cuentan con 8 enfermeras; así como el de nutricionistas, que lo forman 16 profesionales. Estos últimos realizaron durante el 2023 más de 35.190 consultas, mientras que los ESAD llegaron a 9.569 viviendas en la que existen pacientes con serios problemas de movilidad.

En lo referente al equipamiento, se destacó la compra de más de 1.000 dispositivos sanitarios para toda el área. Con un valor que rondó los 6,2 millones de euros, incluían 30 retinógrafos, 35 ecógrafos, 28 bisturís eléctricos, 85 sistemas de monitorización, así como unas 325 camillas hidráulicas para enfermería. Además, se mejoró la tecnología en cuatro salas de radiología convencional y se habilitó una completamente nueva en el centro de salud de Rianxo.

Durante el 2023 también se pusieron en marcha cuatro nuevos planes de salud, concretamente en Lalín, Oroso, Padrón y Arzúa, que se suman a los siete ya existentes. Según precisaron en la reunión, también se hicieron diversas encuestas a los usuarios de la atención primaria, obteniéndose un 4,1 sobre 5 de satisfacción media.

La e-consulta sigue creciendo y, en el área sanitaria compostelana, un 35 % de las consultas que entran en los hospitales desde la atención primaria ya son a través de esta herramienta, que consiste en que son los propios médicos de cabecera los que realizan las preguntas a los especialistas del CHUS con el fin de reducir los desplazamientos a la capital gallega desde los concellos limítrofes. En lo referente al personal, desde la gerencia destacaron que entre el 2018 y el 2023 se contrataron a 12 médicos, 1 pediatra, 8 farmacéuticos, 67 enfermeras, 4 de ellas especialistas en pediatría, 6 matronas, 3 higienistas bucodentales, 7 fisioterapeutas y 12 administrativos.

Durante el 2024 se reforzarán los procesos asistenciales integrados para la diabetes, la insuficiencia cardíaca, la enfermedad inflamatoria intestinal y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. En infraestructuras se destacó la próxima reforma del centro de salud de Conxo, así como los ambulatorios de nueva construcción, previstos en Noia, Ribeira, Porto do Son y Teo.

La sobrecarga en las urgencias del CHUS continúa bajando hasta los 83 ingresados

Todavía no hay paz en las urgencias del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS), pero la sobrecarga que sufrieron a partir de mediados de diciembre continúa cayendo. Aunque la semana arrancó de nuevo rozando las 500 asistencias, así como los 90 enfermos que necesitaron ser trasladados a planta, la situación mejoró entre la mañana del jueves y la de ayer, cuando se bajó hasta las 410 personas atendidas y los 83 pacientes ingresados.

Pero la cifra que mejor explica la mejoría es la de pacientes pendientes de lograr cama, que se cerró ayer en solo 4. Eso indica que los pasillos de las urgencias del Hospital Clínico quedaron liberados de noche y que cada vez está llegando menos gente durante la tarde. Según confirman los propios profesionales, la apertura de más camas en planta ha permitido que el caos que se llegó a vivir en los boxes donde tratan a los enfermos de mayor gravedad haya ido a menos, lo que permite una mejor atención.

En lo referente al porcentaje de ocupación de camas, el área médica rozaba el 93 % del total; seguida de la quirúrgica, con el 84 %; en las unidades de cuidados intensivos había un 80 % de los habitaciones que ya estaban asignadas. A pesar de la sobrecarga de urgencias, la actividad continúa a buen ritmo en el resto del CHUS. En lo que va de año se han registrado 60 nacimientos y se han llevado a cabo más de un millar de operaciones quirúrgicas. En lo referente a las consultas, solo durante la jornada del jueves se realizaron 3.891 mientras que ayer estaban previstas unas 3.000. En pruebas diagnósticas estaban contempladas alrededor de 2.500.

Una pieza fundamental

Recuperar el vigor de la atención primaria es una batalla prioritaria para que la sanidad pública vuelva a engrasarse. El covid asestó un golpe rotundo, colapsándola. Toca seguir apostando por ella como la vanguardia de un sistema que sufre la falta de profesionales y el aumento exponencial de los enfermos. Mientras los paritorios se vacían, las residencias de ancianos no tienen huecos. Esa es la realidad de una sociedad envejecida que requiere que alguien afronte el reto de rejuvenecerla.