La federación gallega contra el ruido llevará su lucha ante la Valedora do Pobo y la Fiscalía

Olimpio Pelayo Arca Camba
o. p. arca SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Vecinos de la asociación Cidade Vella de Santiago, con los del Orzán-Pescadería y Cimborrio de Ourense constituyeron en Compostela la federación gallega contra el ruido del ocio nocturno.
Vecinos de la asociación Cidade Vella de Santiago, con los del Orzán-Pescadería y Cimborrio de Ourense constituyeron en Compostela la federación gallega contra el ruido del ocio nocturno. Sandra Alonso

Nace con tres colectivos de Santiago, A Coruña y Ourense que exigen la puesta en marcha de planes de inspección y programas que pongan fin a la actual tolerancia

20 mar 2024 . Actualizado a las 18:29 h.

Los presidentes de los colectivos vecinales Fonseca de Santiago (Roberto Almuíña), Orzán-Pescadería de A Coruña (José Luis Méndez) y O Cimborrio de Ourense (Carlos Vence) firmaron ayer en la capital gallega el acta fundacional de la Federación Galega contra a Contaminación Acústica. Una entidad que cuenta ya con el apoyo explícito de otras asociaciones que prevén integrarse en los próximos meses, y está abierta a nuevas incorporaciones. Su primer objetivo es visibilizar una problemática de contaminación acústica nocturna a la que las autoridades apenas prestan atención, señalan, y sensibilizar a la población y a las distintas administraciones de la necesidad de actuar ya. En esa línea, exigirán a las autoridades «o fin da tolerancia e o cumprimento efectivo da normativa vixente», al tiempo que solicitarán la puesta en marcha de planes de inspección y programas de actuación «para loitar contra esta lacra nocturna». La federación solicitará reuniones con la fiscalía de Medio Ambiente de Galicia y con la Valedora do Pobo para conocer su visión sobre la contaminación acústica y las herramientas que puede utilizar la ciudadanía para defenderse.

Roberto Almuíña añadió otras dos líneas de trabajo: la actuación en el ámbito legislativo, tanto con concellos, Xunta y Parlamento de Galicia para mejorar las normativas en vigor; y la demanda de dotación de personal, administrativo y policial, y de los medios necesarios para atender las denuncias vecinales. Almuíña explicó que el problema está perfectamente identificado, y así se recogió en una reunión de defensores del pueblo de toda España en Pamplona en el 2016; la cuestión, añadió, es que 7 años después siguen sin ponerse en práctica las medidas que allí se expusieron: «É o momento de tratar de reverter esta situación», afirmó.

Por su parte, José Luis Méndez manifestó que la clave del problema es que la dejación de funciones de los políticos, que «no hacen cumplir las normativas que ellos mismos han aprobado», porque no tiene consecuencias no hacerlo, pese a que el ruido nocturno priva a miles de familias de su derecho al descanso nocturno y les genera un problema de salud. «Queremos que pase algo cuando alguien no respeta las ordenanzas municipales de ruido, y se cree que en la calle puede hacer el ruido que quiera a cualquier hora», dijo.

Carlos Vence, presidente de la nueva entidad, también centró sus críticas en los políticos, que considera «demasiado condescendientes con quien genera el ruido. Somos el país más contaminante acústicamente de Europa, y el segundo del mundo». Reclama que el ruido nocturno ocupe un lugar preeminente en la agenda política, porque hasta la fecha «no les interesa, tienen otras prioridades», para evitar un posicionamiento en su contra del sector de la hostelería. Aseguró que en Ourense, en una auditoría a 32 locales del casco histórico, se concluyó que «el 100 % de equipos estaban mal, y el 100 % no fueron sancionados». Situaciones como esta son las que busca frenar la federación gallega.

Más de 15.000 familias afectadas por un problema de salud que vacía cascos históricos

El ruido nocturno afecta a miles de personas en toda Galicia. Carlos Vence ofreció un primer dato recabado en los contactos iniciales para formar la federación que ayer se presentó: «Son más de 15.000 familias directamente afectadas, por las zonas donde viven», una cifra en la que aún faltan datos de ciudades como Vigo y Lugo. Desde la federación subrayan que se trata de un problema de salud importante para los vecinos, con una consecuencia añadida: la merma de calidad de vida que provoca lleva a muchos de ellos a abandonar los cascos históricos en los que residen, incapaces de soportar noches de insomnio que se acumulan cada semana. Almuíña ofrecía un par de ejemplos en Santiago de personas que dejaron sus casas en la zona vieja, y Vence apostillaba: «Es que parecen zonas terciarias, consolidadas como parques temáticos, cuando la gente vive allí». Y recuerda que en la contaminación acústica se unen ocio nocturno, verbenas, atracciones, botellón ...

La alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, respondió en una rueda de prensa en el consistorio a preguntas sobre el ruido nocturno en la ciudad. Afirmó que «esta ten que ser unha cidade onde poida haber un equilibrio claro entre o dereito ao ocio e ao descanso veciñal», y en esa línea trabajan y seguirán hablando con la plataforma integrada por ocho colectivos vecinales; recordó que en muchos casos el problema es el ruido que se genera en la calle. Por su parte, Almuíña valoró positivamente la campaña Fala baixiño, por lo que significa de toma de conciencia de que el problema existe, tanto por parte del Concello como de la hostelería, que la promovieron juntos.