
Rueda y Sanmartín afrontan la cita de este lunes con números dispares; Raxoi reclama 8,6 millones en un estudio que en San Caetano ven poco riguroso
02 oct 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La factura de la capitalidad es la patata caliente en el menú que Goretti Sanmartín presentará esta tarde a Alfonso Rueda en la reunión con la que el presidente de la Xunta abrirá los encuentros con los alcaldes de las principales ciudades gallegas. El asunto no es menor. El Concello de Santiago reclama elevar a 8,6 millones el importe de una aportación del Gobierno autónomo que este año no pasará de 2,39 millones. Raxoi sustenta esta demanda en los cálculos que figuran en un estudio encargado fuera del ámbito del Consello da Capitalidade, lo que ha levantado ampollas en San Caetano. «A Xunta non traballa así», ha advertido el vicepresidente primero, Diego Calvo. Pero, donde el gobierno de Sanmartín ve argumentos para apuntalar su reivindicación de un aumento progresivo de la contribución autonómica a los costes de la capitalidad, fuentes de la Xunta perciben un manejo de los números poco riguroso.
En San Caetano llama la atención, de entrada, que han recibido un informe sin datos sobre su autoría. A partir de ahí, y más allá de que entienden que su análisis corresponde a la comisión ejecutiva del Consello de Capitalidade, las fuentes consultadas esgrimen que Raxoi no tiene en cuenta otras aportaciones de la Xunta al Concello que consideran que guardan relación directa o indirecta con la condición de capitalidad de Santiago. Entre los que ya han salido a la luz destaca el cálculo del IBI que el Gobierno gallego liquida al Ayuntamiento por sus dependencias en la ciudad, y que cifra en 1,8 millones anuales. Aduce que es superior a lo que paga en otras urbes, claro que sus dependencias en Compostela también son muchas más.
Fuentes de la Xunta matizan en este sentido que también hay que considerar la existencia de inmuebles sin regularizar entre el Gobierno autónomo y el Concello. Calculan que hay al menos 13 parcelas de titularidad autonómica ocupadas por el Ayuntamiento, y dos en la que se daría la circunstancia contraria. Según esas fuentes, se estima que la gestión por parte de Raxoi de bienes que no son de su propiedad —como los aparcamientos de San Caetano, San Clemente y Salgueiriños— podrían reportar a las arcas municipales más de un millón al año.
La seguridad compete a Madrid
Tampoco ven rigurosos los cálculos que incorpora el estudio encargado por el gobierno compostelano en conceptos como el coste de oportunidad (284.589 euros) y de congestión (713.231). Aunque la clave que explica la brecha entre la aportación actual de la Xunta y el importe que reclama el Concello está en los costes de la seguridad pública, que el estudio sitúa en 5.739.901 euros —más del 92 % del incremento que plantea Sanmartín—, de los que casi 5 millones corresponden a la dotación de 85 nuevos agentes para la Policía Local, y el resto (772.500 euros), a la incorporación de nuevos servicios de bomberos y de Protección Civil. Ahí las fuentes consultadas en la Xunta esgrimen que las competencias en materia de seguridad ciudadana corresponden a la Policía Nacional, por lo que sostienen que hay que poner en copia a la Administración del Estado, como responsable de las fuerzas y cuerpos de seguridad. Recuerdan incluso que también el Gobierno gallego reivindica al Ministerio del Interior la plena cobertura de los 250 puestos de la unidad adscrita a Galicia, la policía autonómica. Y en cuanto a los bomberos, en la Xunta remiten al compromiso para cofinanciar con la Diputación provincial la comarcalización y mejora del servicio en Santiago, con un millón para obras y 500.000 euros anuales para su mantenimiento.
En definitiva, la conclusión en San Caetano es que el análisis de los gastos asociados a la capital de Galicia es materia que las administraciones autonómica y municipal deberán abordar en el órgano establecido para ello, que es el Consello da Capitalidade.
El Concello de Santiago ha percibido de la Xunta 49,24 millones desde el 2004 en el marco de ese convenio de colaboración. Los 2,39 millones que ingresará este ejercicio, en tres pagos, son 787.575 euros menos que las aportaciones del 2009 y del 2010.
Oporto está cerca
De 14 vuelos internacionales en la anterior campaña de invierno a solo 6 en la que comenzará a finales de este mes. Ante la clamorosa ausencia de explicaciones, este drástico recorte ejecutado por las aerolíneas en su programación exterior en Lavacolla avanza un cambio de estrategia en su relación con al aeropuerto que no solo restablece una estacionalidad en el panel de vuelos que se creía superada, y que ahora parece que respondía a cálculos empresariales ligados a la bonanza de los años santos, sino que vuelve a proyectar sombras sobre el modelo turístico de la ciudad y de Galicia. ¿Visitantes extranjeros? Los que entren por Oporto o por Madrid.