Un equipo pionero de farmacéuticos de Santiago ahorra a la sanidad española 1,3 millones de euros al año

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

La unidad compatibiliza su actividad asistencial en el Clínico con la investigación en el IDIS.
La unidad compatibiliza su actividad asistencial en el Clínico con la investigación en el IDIS.

La Unidad de Investigación e Innovación del Servicio de Farmacia del Hospital Clínico ha captado en cuatro años 1,5 millones en proyectos competitivos que le permiten pelear por la distinción gallega de grupo consolidado

27 sep 2023 . Actualizado a las 12:49 h.

La inversión en ciencia y talento funciona. Queda demostrado en el Hospital Clínico Universitario de Santiago (CHUS), donde su Unidad de Investigación e Innovación del Servicio de Farmacia ha permitido, además de mejorar la calidad de vida de los pacientes, ahorrarle a la sanidad pública española 1,3 millones de euros en facturas al año. Creado en el 2014, el éxito ha llegado en el campo del desarrollo de fármacos y formulaciones personalizadas; en concreto, en el tratamiento de la cistinosis, una enfermedad rara para la que han creado un hidrogel propio que ha demostrado una alta eficiencia frente a otras alternativas no comercializadas en España. Pero ese no ha sido su único hito.

«Chegamos a onde a industria non da respostas. Tanto en enfermidades oftálmicas, como en inflamatorias, psiquiátricas... Abarcamos moitas ramas porque somos un servizo central. Temos contacto con medicina interna, infecciosas, oftalmoloxía, psiquiatría...». El que habla es Anxo Fernández, coordinador de una unidad de investigación pionera en España que depende del Servicio de Farmacia del CHUS, dirigido por Irene Zarra.

«A industria adoita a fixarse pouco nas enfermidades raras, pero para nós seguen sendo persoas, pacientes, e hai que darlles un tratamento», afirma Fernández sobre ese exitoso hidrogel creado después de lograr controlar la «alta inestabilidade que tiña a molécula. Iso foi o que nos permitiu a súa utilización. Tamén fixemos e se están probando hidroxeles intestinais que permitirán mellorar a escisión de pólipos e desenrolamos medicamentos inmunosupresores para o tratamento de patoloxías oftálmicas inflamatorias».

El grupo lo forman siete farmacéuticos hospitalarios y lo completan ocho investigadores predoctorales y posdoctorales. «Creo que acadamos uns resultados que son exponenciais e iso permitiunos captar persoal e recursos», explica Fernández, que confirma los 1,5 millones de euros que han sumado en los últimos cuatro años gracias a proyectos competitivos que han destinado a la mejora de su infraestructuras analítica, así como en mejorar la empleabilidad y la sostenibilidad del proyecto. Ayer el equipo celebró el Día Mundial del Farmacéutico, figura que en los hospitales semeja «descoñecida, pero o seu papel é clave. Sempre hai un farmacéutico vixiando a medicación de cada uno de los pacientes», explica Fernández. Solo el servicio del CHUS elabora más de 10.000 medicamentos al año, así como jarabes, cápsulas, colirios o intravítreas, un trabajo ingente al que se suma la aportación del grupo de investigación, que busca trasladar el conocimiento científico que se genera en los laboratorios al día a día del hospital: «Contamos con profesionais con coñecementos moi consolidados no campo da investigación básica, así como investigadores cun perfil clínico, algo que é posible grazas aos contratos Río Hortega e Juan Rodés. Iso permítenos detectar os problemas reais e fainos diferentes. Estamos en contacto directo coa asistencia e coa investigación». 

El equipo, a las puertas del IDIS
El equipo, a las puertas del IDIS

Más casos

Desde el grupo también se están estudiando nuevas dianas terapéuticas para tratar la cistinosis aplicando la proteómica. En el campo de la medicina personalizada destaca su desarrollo de la farmacocinética clínica. «Dúas persoas coa mesma dose de medicamento poden ter efectos moi distintos, sendo para unha eficaz e para a outra tóxica. Isto permítenos estudar a variación das concentracións de fármacos e recomendar pautas personalizadas en función das súas características», explica Fernández.

En esa línea, trabajan en diferentes proyectos, como en uno donde estudian las variables que afectan a los tratamientos utilizados en patologías como la degeneración macular asociada a la edad y la uveítis. En el campo infeccioso, desde el CHUS también se busca disminuir la mortalidad asociada a la sepsis mediante la personalización de los tratamientos adaptándolos a los patógenos emergentes. El grupo también se encuentra en el proceso de consolidarse, para lo que necesita la acreditación de la Xunta: «É importante para lograr a estabilización, que é fundamental para os investigadores posdoctorais, que son a base de todo».