La Sareb está dispuesta a revisar de nuevo el proyecto para el Peleteiro, en Santiago
SANTIAGO

Tiene «vocación de colaboración», pero con la intención de desarrollar el suelo
12 sep 2023 . Actualizado a las 05:00 h.La Sareb, sociedad propietaria de la parcela del antiguo colegio Peleteiro, no renuncia al desarrollo del solar en las condiciones que fija el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), para lo que ya ha pedido licencia, pero tampoco se cierra a adaptar el proyecto si así lo considera el Ayuntamiento. La sociedad estatal abre con ello la puerta a volver al escenario que se negoció en los últimos años y que finalmente no prosperó por la falta de acuerdo político en Raxoi.
Ese acuerdo reconducía los usos de la parcela, ahora mismo con capacidad para un centro comercial, hotel y 45 viviendas (además de una plaza pública y espacio sociocultural), para reducir el comercial, eliminar el hotelero, elevar a 150 las viviendas y rebajar la edificabilidad total.
Cansada de esperar por un convenio con el Concello al que BNG, CA y PP no dieron respaldo plenario el pasado diciembre, la entidad decidió tirar para adelante con lo que permite el PXOM. Ya había advertido al Ayuntamiento que su intención era desarrollar la parcela y que no podría aguantar más. Y no solo porque su mantenimiento en desuso también tiene costes importantes, sino porque quieren que esté desarrollada en el 2027, la fecha en que está previsto que se disuelva la Sareb.
Y sin perder de vista ese horizonte, pero tampoco la garantía de que el proyecto siga adelante dentro de ese plazo, la entidad está dispuesta a reconducirlo con un nuevo planeamiento. «Estamos abiertos a adaptar el proyecto, a que la ciudad se sienta cómoda», dice una portavoz de la Sareb, pero tampoco «podemos seguir esperando». «Somos una empresa pública, pero tenemos que darle salida a los activos para reducir la factura del rescate financiero». Y la céntrica parcela del Peleteiro lo es.
La Sareb afirma que siempre ha estado dispuesta a desarrollar un proyecto con el que la ciudad «estuviese cómoda», que con ese objetivo habló con los vecinos y con el Ayuntamiento sin «levantarnos nunca de una mesa». En la reunión de la pasada semana expuso de nuevo esa «vocación de colaboración», pero también su intención de desarrollar el suelo. Eso implica que ya no caben muchas dilaciones cuando hay una licencia solicitada. La del actual PXOM es la solución que nadie quiere, ni el comercio del Ensanche ni los grupos políticos, que discrepan con el diseño del proyecto —más bien con su orientación sobre la parcela—, no con el ajuste de usos que se negoció con Noriega y después con Bugallo. Pero el reloj está en marcha.
La alcaldesa guarda silencio, pero la oposición exige explicaciones
La alcaldesa guarda silencio sobre la reunión mantenida el pasado jueves con representantes de la Sareb, para «ver a posición» de ambas partes sobre el futuro de la parcela. Lo hizo ese mismo día y ayer, mientras PP y PSOE le reclaman que dé cuenta de lo tratado, preocupados por que acabe triunfando el proyecto del centro comercial. «Quedamos en seguir traballando, non pechar ningún escenario e seguir traballando», apuntó ayer Goretti Sanmartín ante el interés de los medios de comunicación, además de anunciar que informará a la oposición en una próxima junta de portavoces.
La regidora abrió en plena campaña una nueva vía para la parcela: su cesión al Concello para la construcción de viviendas de protección por parte de la Sareb, al amparo del programa de Pedro Sánchez para movilizar suelo de esa sociedad. Pero el solar del Peleteiro no estaba entre los disponibles para el caso, además de que las competencias de vivienda son de la Xunta, no municipales. Una decisión en ese caso no sería de la Sareb, sino del Gobierno, que todavía ha de constituirse, mientras el tiempo corre para la licencia que ha solicitado la Sareb y por la que ha depositado ya en torno a medio millón de euros.
El PSOE exige explicaciones de nuevo (el PP lo hizo el sábado) ante «o ocultismo e a soberbia» del bipartito con este caso. Las dadas «son insuficientes para un goberno que dicía ser o da transparencia», apunta Gonzalo Muíños. «A cidadanía ten dereito a saber que é o que se está argallando para unha parcela que prometía ser un revitalizador do Ensanche».