Programar suelo, rehabilitar y dar uso a las vacías, las políticas para vivienda
24 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.Los candidatos debatieron sobre movilidad, vivienda y urbanismo, infraestructuras, políticas sociales, casco viejo y turismo. Todos coinciden en que quieren una ciudad más amable, sostenible, sensible socialmente y con iniciativas que rebajen las tensiones inmobiliarias que condicionan el acceso a la vivienda. Las diferencias afloran a la hora de desplegar sus programas. Sobre todo entre las tres formaciones de izquierda y el PP, aunque tampoco en todos los ámbitos: «Está vostede describindo o meu bono vivenda», le dijo Borja Verea (PP) a María Rozas (CA) cuando esta daba razón de su política ante una pregunta del público.
En materia de vivienda y urbanismo, PSOE y CA coinciden en apostar por recuperar Emuvissa, la empresa municipal de vivienda «disolta polo PP», reprochó Bugallo, aunque la apuesta del PSOE está también en el desarrollo de 10.000 viviendas en Amio, Cancelas y Mallou en un horizonte de 12 años y en promover la rehabilitación en el casco histórico con ayudas de hasta 80.000 euros por vivienda y 50.000 por comercio con la tasa turística. Además, apuntó, de culminar la humanización del Ensanche y coser urbanísticamente los barrios.
Para Verea, antes de mirar hacia Amio hay que mudar el PXOM para hacer viables los grandes suelos de esa zona, aunque también habría que movilizar la vivienda vacía, pero no «gravándoa», sino incentivando a los propietarios con su programa de bonos vivienda: el Concello le paga el arrendamiento a los propietarios y crea una bolsa para alquileres asequibles para jóvenes, familias y mayores.
María Rozas (CA) plantea que Emuvissa se enfoque a la promoción de viviendas a precios tasados en suelo municipal y a la rehabilitación de vivienda vacía para incentivar su salida al mercado. Apuesta asimismo por promover la vivienda colaborativa, propuesta que abrazan también los demás candidatos, aunque Goretti Sanmartín (BNG), además de insistir en que la Sareb ceda el terreno del Peleteiro para vivienda protegida, propone también la cesión de uso de terrenos y vivienda para rehabilitar a cooperativas por 75 años.
En materia de movilidad afloraron las mayores discrepancias, con diferencias en la programación del transporte público, la política de aparcamientos, el proyecto de túnel de Verea para Virxe da Cerca y la senda Milladoiro-Santiago de la Xunta con la que el popular se muestra especialmente vinculado y que defendió como una iniciativa «ambiciosa e valente». Objetada por los demás por «agredir» espacios naturales (CA) o «ser poco útil» (PSOE), Rozas y Bugallo verían mejor esa inversión en el párking del CHUS, el único en cuya necesidad coinciden todos los candidatos.
La movilidad sostenible está en boca de todos ellos, pero mientras Verea la defiende proponiendo un túnel entre Virxe da Cerca y Xoán Carlos I para hacer una peatonalización blanda en ese eje y párkings en el centro (campus y plaza de abastos), los demás afirman que pasa por priorizar tráficos; el peatonal en el centro, dice Bugallo, y buenas conexiones de autobús desde este con los barrios y el rural, como hará, dijo, el nuevo contrato de transporte. CA y BNG insisten en que más párkings en el centro meten más coches, cuando hay que reducir su presencia y apostar por un transporte público de calidad. «O problema non é de prazas, hai 6.000, senón de prezos», dijo María Rozas, mientras Sanmartín apuesta por carriles bici, buenas aceras y sistemas mecanizados para zonas con pendientes difíciles. Esa es la solución que plantea Bugallo para varias zonas, y expresamente para conectar Belvís con Virxe da Cerca, donde no ve la propuesta de túnel de Verea: «Nin vostede cre nela e pregunto que técnico de Patrimonio a avala?, mientras Sanmartín la tildó de «disparate ou fantasía». Y Rozas vio un gran afán «tunelador» en el PP.
Toca revisar el plan especial del casco histórico
El debate sobre el casco histórico dejó claro que su plan especial requiere una revisión. Sánchez Bugallo defendió su vigencia hasta ahora, pero su formación acepta ya esa revisión para la instalación de ascensores, medidas de eficiencia energética y confort, coincidentes en algún caso con lo que dicen CA y BNG. Verea habla también de dividir las viviendas en hogares más pequeños y dio la bienvenida a los demás grupos a su iniciativa flexibilizadora para frenar la «decadencia» del casco histórico, después de «terme atacado porque parecía que quería arrasar con el». CA recela, dice que Verea quiere pisos turísticos en la zona y le planteó si considera ese ámbito zona saturada de VUT, porque ese es el parámetro que baraja el PP para controlarlas. Rozas defendió la «valentía» de su partido para controlarlas y Bugallo indicó que «non podemos deixar a cidade histórica en mans do mercado». Aparte del respaldo a la rehabilitación que avalan todos los candidatos, CA y BNG plantean además limitar las tiendas de recuerdos y que se puedan instalar en esos locales comercio tradicional.
En cuanto al turismo —cuestión que despertó el interés del público, al igual que la vivienda—, Bugallo sacó pecho con los datos de alojamiento y visitantes del 2022, los «mellores da historia» y que ya está mejorando el 2023. Y lo vincula con el aeropuerto y sus 32 destinos y el incremento de viajeros en tren. Reconoció que inicialmente no veía la tasa turística, sí después de reflexionar que es importante que el turismo contribuya a sostener la ciudad. Rozas defendió la paternidad de esa demanda, «á que agora se suman todos», y apostó por un turismo sostenible, diversificado, respetuoso, al igual que el BNG. «Queremos un turismo consciente, responsable, que xere postos de traballo con continuidade...». Verea defendió un turismo «máis de calidade que de cantidade» y plantea para ello una agenda cultural con tirón, captación de eventos deportivos y producciones cinematográficas. Y poner en valor el patrimonio oculto, como el BNG.
Infraestructuras: de la estación de mercancías al nuevo «concepto de cidade»
Los retos de la ciudad en grandes infraestructuras están ahora en el impulso del proyecto del orbitaliño, la reclamación de la estación de mercancías de A Sionlla, el aparcamiento de la intermodal y la ampliación de la reserva de más terrenos para futuras ampliaciones del CHUS. Esa es la apuesta que ayer defendió Bugallo cuando se abordó ese tema, momento en que María Rozas le disputó la paternidad de la futura depuradora y de la intermodal para el gobierno de Martiño Noriega. «É falso que Bugallo desbloqueara nada», dijo la candidata. Goretti Sanmartín, que reclama la estación de mercancías, pidió atención para infraestructuras más pequeñas, como la solución para la rotonda de Conxo. Y Verea aprovechó el turno para identificar el Paseo de Galicia —la semipeatonalización de Virxe da Cerca, plaza de Galicia, Porta Faxeira y Xoán Carlos I vinculada al túnel de Virxe da Cerca— como esa gran infraestructura que «creará un novo concepto de cidade» y «símbolo dunha nova xeración».
En cuanto a políticas sociales, arrancó Verea con su propuesta de red de comedores escolares, la tarjeta sénior de servicios gratuitos para mayores de 60 años, la cubrición de parques infantiles y poner en marcha un programa de salud menta. Bugallo proclamó que las políticas sociales identifican al PSOE y que lo demostró en la pandemia y con los programas con Cruz Roja, al acabar con la lista de espera en becas de comedor y atendiendo a 700 personas en el SAF. Y promoverá una ludoteca en la zona sur. CA defendió las políticas de su mandato, cuestionó el modelo de beneficencia que achaca al PSOE y PP y recuperará el centro para personas sin hogar. El BNG tratará también el sinhogarismo, abrirá puntos de atención social en O Castiñeiriño y rural y promoverá centros de día, entre otras iniciativas.