Luz Casal: «El concierto del Obradoiro está fijado en mi memoria para toda la vida»

SANTIAGO

La artista presentará el próximo sábado, día 22, en el Palacio de Congresos de Santiago su nuevo disco
15 abr 2023 . Actualizado a las 21:43 h.Luz Casal (Boimorto, 1958) recalará en Santiago el próximo sábado 22 (Palacio de Congresos, 20.30 horas) para presentar su nuevo disco, Las ventanas de mi alma. A falta de una semana, ya se ha vendido el 80 % del aforo.
—El «entradas agotadas» se repite con asiduidad en la gira. ¿Aguardaba esta respuesta?
—Siempre deseas que la gente reciba el trabajo de la mejor manera posible. Antes de que se lanzara, tenía la seguridad de que había hecho un buen trabajo y, en ese aspecto, digamos que estoy recibiendo la recompensa. Pero tampoco sabes. Este álbum con 12 canciones ha sido trabajado de manera muy artesanal, en el sentido de muchas horas de dedicación hasta llegar a ese punto que imaginabas, a ese sonido, a esa historia bien desarrollada...; todo eso no es fácilmente asimilable a la primera escucha, por lo tanto me parece que es un trabajo que tiene una larga vida, o eso espero. Y mucho más en este tiempo, donde solo se hacen canciones, donde solo se sueltan «singles» y ya está. Es un disco como los que he hecho siempre. He dedicado tiempo a hacer un número de canciones que me representen, que representen el período de mi vida que va entre un álbum y el otro.
—Dijo que en este disco se abrió en canal. Ahora, en directo, ¿llega a pensar: ‘Me pasé'?
—No, nunca es demasiado. Yo creo que, cuando hay una relación larga en el tiempo, no hay que escatimar ni esfuerzo, ni entrega, ni verdad, ni tener temor a mostrar las impurezas de tu personalidad, ni tus deseos, ni nada; yo creo que al revés, cuanto más enseñas, mejor. Estamos hablando de aspectos que van más allá de lo físico, no es enseñar un trozo de carne, es enseñar cosas que no son a lo mejor tangibles, pero que conforman el ser de una persona. O sea, cuando yo hablo de que creo que el rencor es una enfermedad, que no me deja avanzar; estoy diciendo algo muy serio, no es una banalidad. No es te quiero, me quieres, me dejas y te dejo, esto va más allá. Y, a mí mostrar esa realidad o ese aspecto de mi persona, no me produce ningún tipo de pudor. Igual que cuando estoy en un concierto no pienso en el concierto de mañana, pienso que el momento presente es el más importante y en el que hay que hacer uso de lo que tú sabes y entregar a la gente lo que tú puedes a través de las canciones elegidas.
—Llega a Santiago y la memoria conduce a ese concierto especial que ofreció en el Obradoiro con la Real Filharmonía en julio del 2021. ¿Cómo lo recuerda?
—Está fijado en mi memoria porque se convirtió de manera inesperada en un disco en directo; mi primer y único disco en directo. Algo que iba a ser en una actuación especial con un repertorio adecuado para un número significativo de músicos —más de 60 incluidos los de mi propia banda—, con unos arreglos especiales, etcétera.., se convirtió verdaderamente en algo todavía más excepcional. Cuando escuchamos la grabación —que en un principio iba a ser para tener ese testimonio guardado—, nos dimos cuenta de la posibilidad del disco. Una persona que asistió al concierto en Gran Canaria nos decía: «Nos diste la oportunidad de escuchar, de estar en la Praza do Obradoiro y en ese día especial al que no pudimos asistir». Está fijado en mi memoria para el resto de mi vida ese concierto.
—El sábado será muy distinto. No solo por el escenario y el acompañamiento, sino porque en esta ocasión llega con su nuevo disco bajo el brazo.
—En esta gira tienen un peso importante las nuevas canciones porque me apetece enseñarlas ya que quiero ver la reacción del público de manera directa, pero no olvido que yo me subo al escenario para darle gusto a la gente, y darle gusto a la gente significa hacer determinadas canciones que están en la memoria o que significan algo para cada una de las personas. En ese sentido, hay algunas canciones que las hago sí, o sí, o sí, todas las noches. Como soy una intérprete bastante impulsiva y mi interpretación depende de muchos factores, no me aburro nunca de cantar una misma canción. Si la hiciera exactamente igual todas las noches, es probable que yo me aburriera, pero sobre todo que se aburriera la gente. El hecho de cantar canciones que son fijas en mi repertorio desde hace años, pero que cada noche junto a los músicos interpretamos de una manera diferente sutil o clarísimamente, me da una riqueza y una espontaneidad que hace que como si cantara la canción, podríamos decir, casi por primera vez.
—¿Tiene prevista alguna nueva colaboración con la Filharmonía?
—En principio, no. Mi idea es hacer esta gira, que promete ser larga, y no tengo capacidad para imaginarme haciendo otra cosa.
—Otro de sus proyectos, el Festival de la Luz, ya tiene en marcha la nueva edición con las entradas a la venta.
—El cartel lo presentaremos si nos da tiempo el día anterior al concierto de Santiago. Lo que puedo decir es que contamos con un público fiel que, sin saber la programación del festival, ya ha comprado sus abonos. Eso nos estimula mucho a toda la gente que trabajamos en él. Es una satisfacción enorme y les estamos agradecidos a todos los que van año tras año a esa aldea de Boimorto para compartir durante tres días música diversa, un muy buen ambiente, y donde los niños tienen ocasión, no solo de disfrutar del campo, de los juegos, sino también de sentirse a gusto con diferentes estilos de música.
—Está ya consolidado.
—Es muy complicado porque nosotros no somos un festival al uso, somos un festival benéfico cuya entrada —además a precios muy módicos— se destina a una fundación, a una asociación, siempre prestando atención a aquellos colectivos que son vulnerables. Por ello no podemos competir con otro tipo de festivales que tienen otro carácter. Nosotros teníamos claro desde el inicio que queríamos hacer un festival en el que cada persona aportara su granito de arena, y ese granito de arena sumado por varios miles de personas, se entrega luego a una determinada causa. Después, pedimos ayudas, estamos todo el día pidiendo, pero la satisfacción es que hacemos un festival musicalmente con muchísima dignidad donde ofrecemos al público músicas de prácticamente todos los estilos posibles. y luego tenemos esa satisfacción de haber podido entre todos ayudar a los más vulnerables.