La Policía Local intenta identificar a los jóvenes que treparon por las rejas de la escalinata de la Catedral de Santiago

Á. Sevilla / O. Sánchez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Los agentes municipales estudian el vídeo que se hizo viral este lunes para saber también cuándo ocurrieron los hechos; los autores podrían enfrentarse a multas que superan los 6.000 euros

15 mar 2023 . Actualizado a las 00:28 h.

¿Quiénes eran y cuándo lo hicieron? Esas son las dos preguntas que tratan de resolver los agentes de la Policía Local de Santiago que investigan el vídeo que se hizo viral este lunes. En las imágenes puede verse a un joven gritando en el interior de la escalinata de la Catedral mientras una chica que lo acompaña intenta trepar, sin éxito, por la rejería barroca recientemente restaurada. Según confirmaron fuentes de Raxoi, por el momento se desconoce la identidad de ambas personas y, también, en qué momento se grabó.

Difundido a través de una cuenta de Instagram de índole universitaria que confirmó a La Voz de Galicia que no sabía a quién pertenecía su autoría ni la fecha de su creación, fue la Asociación para a Defensa do Patrimonio (Apatrigal) la que reclamó que se tomaran medidas en un bien que, además de ser patrimonio de la humanidad, ya ha sufrido otros actos vandálicos sin que nadie fuera sancionado por ello.

Cabe destacar que tampoco es el único vídeo hecho viral en los últimos días, ya que también se ha difundido otro en el que un grupo de personas, presumiblemente borrachas, se bañaban en la Fonte dos Cabalos, ubicada en la Praza das Praterías.

Desde el Concello admiten que las imágenes están en manos de la Policía Local de Santiago, que es la encargada de este tipo de cuestiones en el casco histórico, tal y como confirman desde la Policía Nacional y también desde la Consellería de Cultura, responsable de la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural.

Las multas

En el caso de que la policía logre identificar a los dos jóvenes que subieron a la escalinata —en cuya restauración se destinó 1,6 millones de euros— las sanciones, en el caso de que así se estime, van desde los 300 a los 6.000 euros para las infracciones leves; de 6.000 a 150.000 para las graves; y desde 150.001 a 1 millón de euros en las muy graves. Hay casos que incluso fueron penados con prisión.

«Tratan de hacerse virales y populares a coste del patrimonio. Es algo que vemos y en lo que no se mete mano», afirma Carlos Fernández Coto, presidente de Apatrigal, que reclama medidas para que esto no se repita.