Hajar Brown, actriz e 'influencer': «Urge combatir el racismo, porque en el feminismo ya hay mucha gente moviéndose»

Hija de marroquíes, pero natural de Madrid, Hajar Brown nació en 1996. Esta tarde dará una conferencia en la Facultade de Ciencias da Comunicación (Aula 1, a partir de las 16.00 horas), aunque el aforo está completo, según indican desde la Fundación Araguaney, que organiza la sesión con el Concello de Santiago y la colaboración de la Universidade de Santiago. La delegada del Rector para el ámbito de la igualdad, Marta Pérez Pereiro, presentará a la ponente, que dictará la charla «Influencer de igualdade». La joven influyente, y muy pronto ingeniera civil, tiene casi 140.000 seguidores en TikTok y otros tantos en Instagram, las redes sociales de moda.

—¿Desde cuándo empezó a notar que no la miraban como a todo el mundo?

—Desde que tengo uso de razón. Notas que fuera te tratan de una forma diferente a como te tratan en casa. Así que desde pequeña tienes una crisis de identidad. No soy marroquí al cien por cien, porque mi educación es española.

—Teatro, cine, televisión. ¿Hay menos desigualdad en el mundo de la escena?

—Racismo hay en todos los lados, pero el que sufrí como actriz me ha afectado más. Tenemos idealizado el mundo de las pantallas, pero todo lo que no es blanco se reduce a papeles de meretriz y limpiadora de hogar. Curiosamente me premiaron por un papel de esclava en una obra de personajes egipcios donde el resto de actores eran blancos.

—¿Le ha ido mejor en el sector audiovisual?

—En televisión me llaman para hacer de terrorista, mena o menores no acompañados —y por tanto sospechosos— o para hacer de hija de. No me llaman para hacer de profesora ni papeles normales o normativos.

—¿Las redes sociales las carga el diablo?

—Son un foco de hipocresía, de realidades fingidas, de egos… Pero yo las uso para extender mi mensaje. Al principio las usé para mostrar mi yo, pero evolucioné hasta mostrar todos mis yoes, todo lo que represento.

—¿Y cuál es el mensaje que busca extender?

—Que el prejuicio no te gane. Que le demos una oportunidad a lo que no es igual que nosotros.

—¿Qué urge combatir?

—El tema racial, porque en el feminismo ya hay mucha gente moviéndose. Siempre he sido muy consciente de que si tengo estudios y procuro la excelencia en todo, entonces sé que me van a escuchar. Me ha costado muchísimo tener credibilidad.

—¿Por qué usa el velo?

—Porque soy muy religiosa y es parte de mi identidad. Fue el sello que cerró la carta de mi ser. Necesito un apoyo visual y, a mí, me gusta que se me reconozca como musulmana.

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