La Xunta asegura que el proyecto constructivo rebajará el impacto de la senda de O Milladoiro a Santiago

Margarita Mosteiro Miguel
marga mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Descarta el itinerario alternativo por su excesiva pendiente

02 feb 2023 . Actualizado a las 09:33 h.

La alternativa planteada por los vecinos para evitar que el sendero peatonal y ciclista entre O Milladoiro y Santiago pase por la avenida de Pontevedra no cuenta con el visto bueno de la Consellería de Infraestruturas, que además esgrime cuestiones técnicas que implicarían un retraso en la ejecución de un proyecto que se financia con cargo a fondos europeos. En concreto, los técnicos ven inviable la propuesta vecinal por la excesiva pendiente que tendría el sendero alternativo antes de llegar a la pasarela que deberá construirse sobre la SC-20 y que debería elevarse hasta seis metros sobre la vía. Infraestruturas asegura que «está previsto revisar y reducir sensiblemente la afección» del trazado sometido a información pública —el que suscita la alarma de los vecinos— cuando se pase al proyecto constructivo.

Argumentan los técnicos de la consellería que, desde el arranque O Milladoiro, hay una pendiente inicial de 5 % antes de llegar a la SC-20, que alcanza una media del 7,4 % después de pasar ese punto, en un tramo de doscientos metros. Los técnicos explican que esa pendiente no es homogénea, y que en algunos puntos el sendero alcanzaría desniveles de hasta el 10 %. Desde la consellería concluyen que esa solución «no es viable para una senda peatonal y ciclista».

Por otro lado, la normativa establece que la pasarela para salvar la SC-20 tiene que tener «un gálibo mínimo de 5,5 metros, que sumado al canto que tendría la pasarela nos pone en que hay que subir seis metros, aproximadamente hasta la cota 201 justo antes de cruzar la SC-20». Al ser una pasarela de nueva construcción, la pendiente máxima es del 6 %, y para que sea posible mantener este porcentaje los técnicos explican que habría que ir hacia atrás en el camino, que ya tiene una pendiente de subida del 5 %. «Así que solo hay un 1 % de margen, con lo que la pasarela tendría que tener una rampa previa de 600 metros de largo. «Lo que la hace imposible», inciden.

Además, los técnicos consideran que en la llegada al otro lado de la SC-20, «también habría problemas, que tendrían solución con bastante afección». La llegada de la pasarela, según Infraestruturas, «obligaría a modificar el trazado del vial que va paralelo a la autopista, y que tiene su complicación técnica».

Desde la Xunta advierten también que la financiación del proyecto requiere una ejecución rápida para no perder los fondos europeos. Con la propuesta de Infraestruturas se considera viable cumplir este plazo, mientras sostienen que la alternativa vecinal retrasaría mucho más su ejecución. En cuanto al temor a que circulen coches por el sendero, Infraestruturas descarta este uso, ya que estará regulado.