La natalidad en Santiago afianza su desplome con 875 niños menos que hace doce años

SANTIAGO

La doctora Natalia Mandiá, en el área de prematuros del Hospital Clínico de Santiago
La doctora Natalia Mandiá, en el área de prematuros del Hospital Clínico de Santiago CEDIDA

Natalia Mandiá, neonatóloga del CHUS: «El porcentaje de prematuros de menor edad que sobreviven sin secuelas cada vez es mayor»

30 ene 2023 . Actualizado a las 23:24 h.

A Santiago de Compostela cada vez viajan desde París más aviones de Vueling y Ryanair que niños recién nacidos. La natalidad sigue hundiéndose en la capital gallega. Así lo confirman los datos procedentes del Hospital Clínico, cuyas cifras llevan más de una década encendiendo todas las alarmas. La crisis demográfica gallega, acuciante en el rural, golpea también a la urbe compostelana, que desde el 2010 ha visto caer su natalidad en casi un millar de recién nacidos al año.

2022 tiene el amargo título de ser la primera anualidad en la que se ha bajado de los 2.000 críos, cerrando con 1.979. En 2010 fueron 2.854, cifra que se superó solo en el 2011, aunque con dos niños más. Desde aquel momento, la caída se ha ido cronificando. El desplome más importante se registró en el 2018, con una bajada del 10,74 %, unos 300 niños menos. Aunque la tendencia no se ha revertido, la pandemia sí ha permitido aplacarla. Siendo la caída entre 2019 y 2022 más lenta.

A ello hay que sumar una cuestión cultural, social e incluso laboral, las madres cada vez tienen descendencia más tarde. De los 1.938 nacimientos del pasado año, solo el 3,35 % fueron por parte de mujeres de entre 19 y 23 años; por el 10,22 % de las que tenían entre 24 y 28. Las madres de entre 29 y 33 años supusieron el 28,95 %, mientras que el mayor número de recién nacidos, 673, llegó de las de entre 34 y 38. Incluso las de 39 a 43 fueron más numerosas que las veinteañeras, siendo un 19,4 % del total. Hubo también 56 partos de mujeres de 44 a 48 años y tres de aquellas que estaban en la horquilla de los 49 a 53.

Múltiples

De todos los partos registrados el pasado año, en 41 de ellos se dio a luz a mellizos o gemelos. Esa particularidad se ha ido mantenido estable a lo largo del tiempo, con un total de 773 partos múltiples desde el 2010. Cabe destacar que destacar que tanto en el 2017 como en el 2011, tres madres trajeron al mundo a trillizos.

El peso medio de los recién nacidos ha sido de 3,1 kilos en 2022, mientras que los días con más niños fueron el 4 de agosto, con 13; el 9 de octubre, con 12; y el 29 de julio, con 11. Las jornadas en las que ‘menos' tuvieron que trabajar los especialistas del área fueron el 4 de junio, con un solo parto; misma cifra que el 2 de noviembre y el 6 de febrero.

Por procedencia de la madre, 514 eran de Santiago de Compostela; 162 de Ames; 101 de A Estrada; 95 de Lalín; 73 de Teo; 70 de Noia; 63 de Ordes; 54 de Padrón; misma cifra que de Rianxo. De Oroso llegaron 46; de Santa Comba, 44; de Ribeira, 43; de Negreira, 38; y de Brión, Muros y Boiro, 34.

Otra tendencia que viene pareja al aumento de la edad de las madres es que alrededor de un 15 % de los nacimientos se gestaron gracias a técnicas de reproducción asistida. Así lo indican desde el Instituto de Reproducción Asistida La Rosaleda (Iraga), que alerta que, a partir de los 35 años, la dificultad para llevar a término el embarazo es cada vez mayor. A ello hay que destacar el coste de los tratamientos en los centros privados, y las listas de espera en los hospitales públicos, dos hándicaps que cierran a muchas mujeres esa opción.

La realidad, que la crisis demográfica y de natalidad, se afianza en Santiago de Compostela. Los casi 1.000 niños menos que nacen al año en comparación de hace poco más de una década son el amargo ejemplo.

Natalia Mandiá, neonatóloga del CHUS: «El porcentaje de prematuros de menor edad que sobreviven sin secuelas cada vez es mayor»

Natalia Mandiá, neonatóloga en el Hospital Clínico Universitario de Santiago confirma una tendencia «que llevamos viendo de manera clara en los últimos diez años. La natalidad no ha parado de descender desde aquel entonces. Se agravó a raíz de la pandemia, pero claro que es algo que viene de antes. Lo único positivo que percibimos es que la caída se ha aplacado en el último año, el porcentaje es mucho menor».

Afirma que el 2022 arrancó con «seis meses en los que íbamos por encima en partos, parecía que remontábamos, pero al final de año cayeron y nos quedamos por debajo». Sobre la mayor edad de las madres, considera que responde a «un estilo de vida en el que la problemática para encontrar trabajo y una estabilidad laboral ha atrasado la edad materna, y cuanto más se tarde en tener un hijo a más complicaciones se va a hacer frente, y también menos hijos se tendrán, menos posibilidades hay de lograr más de uno».

Prematuros

Confirma que el número de críos prematuros también han crecido, así como un problema de «infertilidad que aumenta a la vez que van pasando los años. Los embarazos por reproducción asistida son más numerosos y seguramente todo tenga relación entre sí». La profesional del centro compostelano destaca que los principales problemas a los que se enfrentan son «niños inmaduros a los que le queda mucho tiempo para crecer dentro de la barriga. Eso motiva cuestiones de bajo peso, problemas respiratorios, cardíacos, intestinales o de alimentación. Además de que son más propensos a tener infecciones».

Destaca Mandiá que la prematuridad no siempre responde a la edad de la madre, sino que se debe a múltiples cuestiones. Como parte positiva, confirma que «la evolución en los cuidados de los niños prematuros han mejorando muchísimo en los últimos 10 o 15 años, los resultados son mucho mejores. Sacamos adelante a niños con menos edad con muy buen diagnóstico, a pesar de que hay más. El porcentaje de neonatos de menor edad que sobreviven sin secuelas cada vez es mayor».