Reyes Laguna, nueva decana de Farmacia de la USC: «Somos el buque insignia de la Universidade en investigación»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

Tras seis años con el alumnado disperso, la catedrática ve por fin solución

22 ene 2023 . Actualizado a las 12:27 h.

Reyes Laguna se define gallega de adopción «porque mis hijos son gallegos». De familia riojana y criada en Burgos, esta catedrática de Farmacología asumió en noviembre el decanato de la Facultade de Farmacia de la Universidade de Santiago con un claro objetivo, materializar el traslado a un nuevo edificio tras seis años con el alumnado disperso en varios centros por problemas de contaminación en la vieja sede.

—Farmacia necesita una facultad nueva, ¿en dónde reciben docencia los alumnos ahora?

—Tenemos alumnos en Dereito, en Ciencias Políticas y desde hace un par de años acondicionamos unas aulas para que los alumnos de primero vengan aquí y así tengan más relación con la facultad, que es un referente en la vida universitaria. En cualquier caso las prácticas se hacen aquí, y como tuvimos que cerrar la zona de los laboratorios hemos acondicionado los antiguos, en los que la mayor parte de los profesores hicimos nuestras prácticas. La docencia no se ha visto mermada más allá de la incomodidad de desplazarse, disponemos de un profesorado extraordinario y nuestros alumnos salen muy bien formados.

—¿Desde hace cuánto tiempo se prolonga esta situación?

—Seis años en el caso de los alumnos, pero debido a la contaminación del suelo algunos docentes, entre ellos yo, fuimos desalojados de la facultad por problemas de salud hace diez años. Estamos en la diáspora.

—¿Cómo afecta esta disgregación al funcionamiento de la facultad?

—El farmacéutico tiene, generalmente, capacidad de resistencia y moderación frente a la respuesta. No somos excesivos en cuanto a nuestras manifestaciones tanto en el trabajo como ante esta situación, pero ha llegado un momento en el que tanto profesorado como alumnado y personal de administración estamos hartos. Podríamos definirnos muy bien con el término templanza, encajamos la situación, la analizamos y sin grandes ruidos resolvemos, pero hay una situación de cansancio.

—Farmacia siempre ha tenido alta demanda de alumnos.

—Siempre, según los últimos datos oficiales unos 1.300 estudiantes solicitan esta titulación cada año, una demanda muy por encima de la oferta, pero lo que sí ha variado es que ahora en torno al 90 % de estas peticiones son en primera y segunda opción, es más vocacional de lo que fue en tiempos.

—¿Dónde trabajan los graduados?

—Es algo que ha variado, el porcentaje más alto de titulados se dirige a la farmacia comunitaria, pero aunque sigue siendo la salida mayoritaria ahora ha disminuido y muchos se orientan a la industria, a ensayos clínicos, al Sistema Nacional de Salud vía FIR... Algunos de estos farmacéuticos cuando acaban el FIR pueden poner en marcha laboratorios clínicos o trabajar en hospitales privados.

—La facultad destaca por la calidad de su investigación, ¿a qué atribuye este éxito?

—Somos el buque insignia de la Universidade en investigación. Siempre. Una de las penas que tenemos al estar los alumnos desplazados es que se ha perdido la convivencia de los alumnos de los cursos superiores que hacían investigación con los que empezaban, veías a gente con probetas y buretas, comentando resultados en los pasillos, y eso te iba empapando. En origen la profesión ya era manipuladora, con la formulación magistral, y siempre ha habido grupos muy potentes y los sigue habiendo, cada uno bebe en la fuente de quienes le han precedido.

—María José Alonso, Mabel Loza... ¿Es referente este centro en cuanto al papel de las mujeres como líderes de investigación?

—Carmen Álvarez Lorenzo... Hay grupos muy fuertes liderados por mujeres pero también liderados por hombres porque antes había mucha presencia femenina pero los puestos altos seguían ocupados por hombres. Tenemos bastantes catedráticas pero soy la tercera decana, es decir, no ha habido tantas. En todo caso son más meritorias las que me han precedido, Isabel Sánchez Macho y, sobre todo, la primera, Isabel Suárez Jimeno. Nos acompañan las características de las mujeres en cualquier ámbito, sigue habiendo un techo de cristal.

«El farmacéutico es poco ruidoso»

Los farmacéuticos son un eslabón esencial en los sistemas públicos de salud pero, apunta la decana, su representación es aún escasa.

—¿Hacen falta más farmacéuticos en el Sistema Nacional de Salud, tanto en atención primaria como en hospitalaria?

—Hacen falta más puestos claramente, pero como dije el farmacéutico es poco ruidoso. Somos los especialistas en todos los ámbitos relacionados con el medicamento, desde su estudio y origen, síntesis, farmacodinamia, que se encarga del estudio de las acciones y efectos de los fármacos, interacciones, toxicología... Nos importa tanto el fármaco de origen químico como el natural. Podemos hacer una buena supervisión de los tratamientos, y la dosificación es nuestra, tanto en atención primaria como hospitalaria. En primaria hay menos de los que realmente se requieren.

—Medicina y Farmacia son dos «clásicas» de ciencias de la salud, ¿hay rivalidad?

—No, tenemos funciones distintas y no hay rivalidad.

—El TSXG ha anulado la posibilidad de que los farmacéuticos de atención primaria renueven medicamentos a los pacientes crónicos, algo que algunos médicos de primaria no veían mal y que se hizo en pandemia.

—En la facultad nuestro objetivo es formar al estudiante para que sea un buen profesional en cualquier ámbito. Sabemos que mayoritariamente los alumnos van a la farmacia comunitaria y hacen labor asistencial pero desde aquí no podemos limitar su formación. El aspecto sanitario prima porque esta es una titulación de ciencias de la salud. La pandemia ha visibilizado la labor del farmacéutico comunitario y de primaria. Ha demostrado una gran competencia en la realización de una serie de tareas, lo que supuso un gran descubrimiento y una visibilización grande de la profesión. Tendríamos que plantearnos, ¿es que ha acabado con la pandemia esa buena labor realizada? Si lo han hecho bien es que están capacitados para hacerlo, fueron una pieza clave del engranaje sanitario.