Caminata junto al Carboeiro, un río apreciado en todo Sigüeiro

Cristóbal Ramírez

SANTIAGO

CRISTÓBAL RAMÍREZ

Sus cuatro kilómetros y medio de curso se pueden recorrer desde casi su nacimiento hasta su desembocadura en el Tambre

14 ene 2023 . Actualizado a las 13:26 h.

Es humilde, muy humilde, y desconocido excepto en Sigüeiro, donde se ha convertido en una de sus señas de identidad. Incluso el padre Sarmiento lo salvó por encima y dejó por escrito por dónde lo hizo, aunque no citara su nombre. Es el río Carboeiro, de solo cuatro kilómetros y medio de curso, que es posible recorrer desde casi su nacimiento hasta su desembocadura en el Tambre. Eso sí, hay que dividirlo en dos tramos: el primero es solo para gente acostumbrada a caminar monte a través, provista de unas buenas botas impermeables de montaña; y el segundo es apto para todos los públicos, incluso para personas que andan a un ritmo muy pausado.

Lo primero que procede decir es que en algunos mapas oficiales aparece con el nombre de Cabeceiro, algo que sorprende a los vecinos de las muy pequeñas aldeas cercanas. Y lo segundo es que al kilómetro y medio del nacimiento se junta con el Ulloa, que sin duda alguna es mucho más importante por recorrido y caudal, pero, curiosamente, se considera que este es afluente de aquel.

Zona del primer acceso al cauce fluvial
Zona del primer acceso al cauce fluvial CRISTÓBAL RAMÍREZ

En cualquier caso, el nacimiento del Carboeiro se encuentra perfectamente localizado dentro de un gran vivero de plantas y árboles que existe en las cercanías de Sigüeiro. De manera que acceder a ese manantial no es un derecho que pueda ejercer cualquier ciudadano. Hay que conformarse con ir desde la capital del concello de Oroso por la carretera de Grabanxa (en la rotonda del centro de la localidad, a la derecha) y pasado el kilómetro 3 abre sus puertas el bar Falmega, por cierto de personal muy amable. Frente a él se alza el esqueleto de una vivienda unifamiliar en construcción desde hace años, y lo correcto es dejarla a la derecha por una pista muy estrecha, primero asfaltada y luego de tierra, bordear una plantación y plantarse en la ribera de esa minúscula corriente. O sea, se tiene el agua a la vista 500 metros después del manantial donde nace.

Cruzando una pista, el Carboeiro se encuentra con el Ulloa y va por los límites de un bosque. Si antes era un hilo de agua ahora el ancho entra en la categoría de lo respetable. Además, a partir de ahí quedan restos de los tres molinos que aprovechaban la fuerza de esas aguas. Poco a poco se va clareando la panorámica, pero si incluso así la dificultad parece mucha, siempre aparece una pista ancha y cómoda no demasiado lejos que permite seguir el curso en paralelo.

Cauce fluvial en la zona de O Franco
Cauce fluvial en la zona de O Franco CRISTÓBAL RAMÍREZ

A la diestra van a quedar las casas de O Franco, un enclave que muy posiblemente remita a los francos en sentido amplio. Es decir, a los extranjeros que recorrían el hoy llamado Camino Inglés a Santiago, aunque la ruta oficial jacobea no pasa por ahí.

Tras cruzar una carretera ancha (el instituto se ve arriba a la izquierda), el Carboeiro avanza hacia las casas de Sigüeiro, que tiene a la vista. Son los últimos metros difíciles, porque de repente entra en un magnífico parque —muy meritoria obra del anterior alcalde, Manuel Mirás— con el histórico puente de Ulloa —por encima de él sí discurre el Camino Inglés—, bancos y mesas, una laguna, comederos de pájaros… Un espacio muy apreciado en Sigüeiro con uno de sus caminos pegado al río y sin desnivel alguno. En suma, un entorno para descansar y para disfrutar de él.

Ruta junto al río a los 3,5 kilómetros
Ruta junto al río a los 3,5 kilómetros CRISTÓBAL RAMÍREZ

A la salida del parque hay que salvar la nacional primero y la carretera a la estación después, y ese tramo no puede calificarse de bonito, con las viviendas literalmente encima de la corriente. Alternativa: ir hacia el Tambre, seguir por un sendero el curso de este —de nuevo: muy fácil— y encontrar la desembocadura del humilde afluente en ese gran río gallego que ahora, en estos momentos, lleva mucha agua.