El Betis como local mejora mucho todos sus argumentos ofensivos

Ignacio Javier Calvo Ríos
NASO CALVO LA VOZ / SANTIAGO

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El entrenador del Obradoiro señala que el rival es un equipo con gran espíritu

13 ene 2023 . Actualizado a las 19:52 h.

David Walker continúa con un proceso de fascitis plantar que «le inhabilita para entrenar y jugar con normalidad», señala el entrenador del Obradoiro. Phil Scrubb, por el contrario, ya se recuperó del proceso vírico sufrido el pasado fin de semana y que le impidió rendir a su máximo nivel en el duelo que los compostelanos perdieron en la pista del Breogán. El parte médico de Moncho Fernández se completa con las bajas de Marcus Paige y Dragan Bender, que no volverán a vestir este curso la camiseta del Obra. Por todos estos contratiempos, el entrenador de Pontepedriña decidió que viajen con la expedición los canteranos Santi Paz y Fallou Niang.

«Esta semana transcurrió por los mismos cauces que las anteriores. Todo el mundo está bien, a excepción de David Walker. Phil Scrubb está en condiciones y con la ayuda de los jugadores del filial de la Liga EBA pudimos sacar adelante la semana», apunta el técnico de la capital gallega. Sobre Walker y el menor de los Scrubb, Moncho Fernández explica que «Walker lleva un mes fuera sin poder ayudar, mejor dicho, sin poder dar lo mejor de él. Siempre está dispuesto, aunque sea cojo, como vimos en el último partido. Los médicos nos dicen que hace falta tiempo, que la única posibilidad pasa por el tratamiento. Nos dicen que tengamos paciencia. Claro que el equipo es más competitivo con él y todos sabemos por lo que está pasando». Además, destaca «el pundonor de Phil Scrubb. El 99,9 % de los jugadores no hubiese jugado ante el Breogán. Una hora antes del derbi estaba vomitando y estuvo más de veinticuatro horas sin poder comer».

Así se presenta el duelo ante el colectivo verdiblanco de Pepe Pozas, que se jugará este domingo a las 12.30. El Real Betis Baloncesto, en el que Yannick Nzosa y Eulis Báez repiten como bajas, es un conjunto que gana mucho ante su afición: «En los equipos, cuando pierden, se ve el espíritu. Y el Real Betis lo tiene. Cada canasta la celebra todo el banquillo, los compañeros animan y se apoyan. Es un equipo que en casa mejora enormemente sus armas ofensivas».