«En una buena cesta de Navidad no pueden faltar los turrones y los ibéricos de calidad»

Por Marga Mosteiro

SANTIAGO

PACO RODRÍGUEZ

Marta Pájaro abrió su charcutería en la Praza de Abastos sin ninguna experiencia en el sector y tras dejar una copistería

10 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Sin más experiencia que la de cualquier persona que compra con más o menos frecuencia embutidos y quesos, Marta Pájaro Varela se aventuró hace cinco años a regentar su propia charcutería en la nave 8 de la Praza de Abastos, en un espacio donde había otro establecimiento del mismo sector que solo estuvo cerrado un par de semanas antes de la llegada de la nueva inquilina. Esta emprendedora tenía empleos vinculados al hogar y, con anterioridad, trabajó durante varios años en una copistería de la zona del Campus Sur. «Mi marido me lio y, de casualidad, pasando por la Praza vio el local y no paró de insistirme hasta que me animé a poner en marcha el negocio», explica. Marta reconoce que los inicios fueron complicados, «pero no por la clientela, que estuvo aquí desde el primer día y sigue apoyando». Sin tener experiencia, indica, «hubo mucho prueba y error, prueba y acierto. Ahora ya está la cosa encaminada, pero es cierto que lo que funciona en un sitio puede no ir bien en otro». Aún recuerda las horas de práctica para aprender a manejar las máquinas de cortar el embutido que tenía en su casa. En estos cinco años, Marta Pájaro fue haciéndose un nombre y prestigio con la elaboración de cestas de Navidad. «Antes de la pandemia teníamos muchos encargos, que ahora se anulan. Creo que se aprovechó la pandemia para poner fin a los regalos de lotes y cestas que hacían las empresas, y la crisis también se nota», asegura. Pese a todo, señala que aún son muchos los que mantienen la tradición y que suele ser habitual «que nos digan un coste y nosotros planteamos varias opciones, o escogen directamente entre los modelos de cestas fijos que tenemos en la web». Por su experiencia, «el turrón no puede faltar en una buena cesta de Navidad, y luego hay otras cosas que son opcionales, pero la fruta en almíbar es muy de Navidad. Los ibéricos de calidad deberían estar, y en bebidas, nuestros vinos, sidra, cava,...». Marta considera que «los que vienen a buscar una cesta en un establecimiento pequeño quieren algo diferente, y por eso yo incluyo productos 100 % naturales, gallegos y originales, como es el caso del pimentón de Padrón. Y, sobre todo, productos que no están en los supermercados». El precio de las cestas, dependiendo de lo que se pida, pueden ir desde los 20 euros hasta lo que se quiera. Entre sus clientes no hay solo empresas, sino también clubes de fútbol, asociaciones o comercios que rifan cestas entre sus clientes, pero para su sorpresa también turistas. «Unos turistas nos llevaron tres cestas solo con productos gallegos para regalar a amigos a la vuelta a casa. Un recuerdo más original, sin duda».