Cenas de empresa, Nochebuena y Año Nuevo estarán bajo el radar de la Guardia Civil Tráfico en Santiago

Álvaro Sevilla Gómez
Álvaro Sevilla SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Agentes de la Guardia Civil de Tráfico, este mismo año realizando controles de alcohol y drogas en Santiago
Agentes de la Guardia Civil de Tráfico, este mismo año realizando controles de alcohol y drogas en Santiago XOAN A. SOLER

El cuerpo con base en la capital gallega reforzará su presencia en la calle para evitar el consumo de alcohol y drogas: « No estamos para recaudar dinero, estamos para recaudar vidas»

09 dic 2022 . Actualizado a las 23:12 h.

En cualquier carretera y a cualquier hora. Esa es la advertencia que envían desde el destacamento de la Guardia Civil de Tráfico en Santiago, que esta semana ha incrementado su presencia en la calle por el macropuente y la mantendrá durante la temporada navideña. El foco estará puesto especialmente en dos días: Nochebuena y Año Nuevo. Sobre todo en la tarde del primero y en la noche y madrugada del segundo, así como en los fines de semana en los que se espere abundancia de cenas y comidas. «Es cuando más presentes están el alcohol y las drogas. La gente se confía, aunque haga trayectos cortos. Es un riesgo y es bueno que sepan que vamos a estar ahí vigilando», explican desde un cuerpo que quiere «coger a los infractores en el inicio de los viajes, no al final».

Tras la caída de la siniestralidad que se registró en el 2019 por las restricciones de la pandemia, y que se alargó, aunque en menor medida, durante el 2020, la situación vuelve a «los niveles prepandemia y nos preocupa. Sobre todo estamos viendo muchos atropellos de personas mayores en las carreteras y, aunque se han hecho múltiples campañas para evitarlo, no termina de hacer efecto». La Dirección General de Tráfico (DGT) está llevando a cabo controles intensivos de alcohol, drogas y psicofármacos, ya que los datos indican que el 49,4 % de los conductores fallecidos durante el 2021 habían ingerido alguna de estas sustancias.

Los puntos prioritarios, sobre todo en Santiago de Compostela, serán las principales salidas de la ciudad. «Es el lugar idóneo para parar a una persona cuando arranca su trayecto y se dirige al domicilio familiar, o a donde vaya a cenar o comer ese día», destacan fuentes de cuerpo, que afirman que este tipo de controles se complementan con los que realiza la Policía Local dentro de las calles de capital: «No nos vamos a esconder, queremos que nos vean, y que, cuando vayan a coger el coche, duden si nos pueden encontrar. No estamos para recaudar dinero, estamos para recaudar vidas».

Carreteras comarcales y dispositivos más cortos, de un par de horas para evitar a los grupos de Whatsapp, serán las características de los operativos que se llevarán durante los festejos. «Y muchos de tarde, que es cuando el alcohol tiene más presencia. Para Año Nuevo estaremos durante la noche y sobre todo de madrugada, cuando la gente vuelve de los cotillones o las fiestas», explican fuentes del cuerpo, que saben que después de la pandemia es importante volver a incrementar su visibilidad para ejercer una tarea de «prevención. Nuestro objetivo no es otro que evitar accidentes».

Desde la DGT destacan que de los conductores que dieron positivo en alcohol durante el pasado año, el 75 % arrojó datos superiores a 1,2 en sangre, lo que dobla la tasa permitida, otro de los motivos por los que está Navidad la Guardia Civil de Tráfico se desplegará en la calle. Nochebuena, Año Nuevo y las comidas navideñas estarán bajo el radar.

De 500 euros de multa a cuatro años sin carné

Desde la Dirección General de Tráfico ponen énfasis en las sanciones a las que puede hacer frente una persona que sea cazada conduciendo bajo los efectos de alcohol o drogas; y que puede superar los 1.000 euros y alcanzar los cuatro años sin carné.

En el caso de que la tasa en aire aspirado vaya de 0,25 a 0.5, la sanción será de 500 euros y 4 puntos; por los 1.000 y 6 de dar más de 0,5. En reincidentes, la multa será siempre de 1.000 euros, mientras que en el caso de conducir bajo drogas estupefacientes o psicotrópicas, las penas van de tres a doce meses de prisión, de 30 a 90 días de trabajos en beneficio de la comunidad o incluso la privación del derecho a conducir de hasta cuatro años.

Por negarse a someterse a los test de estupefacientes, la sanción podría alcanzar el año de prisión y la retirada de carné también hasta cuatro año. En el apartado de las tasas de alcohol que alcancen el grado de delito, y que corresponden con las de más de 0,60 en aire, las penas pueden ser de hasta seis meses de prisión, aunque lo normal, tras la celebración de un juicio rápido, es que acaben en la retirada del carné de unos 8 meses y un pago de una multa que puede rondar los 1.000 euros. «Sale más barato un taxi», afirman desde Tráfico.