Las panaderías de Santiago, al limite: «Los costes de la energía y las materias primas se comen el beneficio»

Margarita Mosteiro Miguel
Marga Mosteiro SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO

Sandra Alonso

El sector percibe cambios de hábitos y preocupa la campaña navideña

27 nov 2022 . Actualizado a las 20:59 h.

Los panaderos de Santiago están enfrentándose a una situación muy complicada por la crisis. «Nos suben las materias primas, la luz y el gas están por las nubes, y todo esto no se puede repercutir en el precio del pan. Sería inasumible», apunta Guillermo Moscoso, de la panadería A Moa. Asegura que la palabra que mejor define la situación actual del sector es resistencia. «Es el momento de resistir. El que aguante seguirá con el negocio, y el que no, cerrará», indica.

Fuentes del sector coinciden en que hace ya mucho tiempo que las panaderías están tirando del margen de beneficio para poder «aguantar los precios», ante el temor de que los consumidores dejen de comprar. En la panadería O Cornecho tienen claro que la «calidad es clave para que nuestro pan siga siendo elegido, pero se nota que hay gente que no viene ya. Volverán o no, pero la subida de la energía es brutal y las materias primas suben también». Y son muchas las voces que hablan ya de un cambio de hábitos a la hora de comprar productos. Ahora se adquieren barras más pequeñas y también se consumen menos panes especiales, que suelen ser más caros. Los dulces y las empanadas también están saliendo de la lista de la compra. «En lo que se refiere al pan del día a día se va aguantando. Por suerte, tenemos una clientela fiel, pero se desligan en otro tipo de productos», apunta Moscoso. En su caso, A Moa optó por subir cinco céntimos en el coste del reparto a domicilio.

Todos los consultados insisten en que el pan fue aguantando el precio durante muchos años, pero ahora mismo la situación supera el colchón que tenían los profesionales y buena parte del sector ya tuvo que incrementar precios. Guillermo Moscoso está centrado ahora en la campaña de Navidad. «No tuve tiempo de negociar los precios de la harina del año que viene, pero ya imagino que subirá», admite resignado. Explica que la harina se encareció con respecto a principios del 2021 «un 35 %, el azúcar, un 30 %, y también a la sal. No sé cuál es la excusa para el azúcar y la sal. La luz subió entre un 40 y 50 %, y también subieron las cargas sociales. Tendría que subir el precio del pan un 50 % para reflejar realmente todas las subidas. Es inviable», indica.

Ante la carestía de los productos básicos y, sobre todo, por la subida de los combustibles y de la energía, entre los panaderos consultados en Santiago cunde el temor a que se resienta el consumo de los productos navideños. En prácticamente todas las panaderías y pastelerías de la ciudad ya recogen pedidos para las fiestas y, según comentan, las reservas están moviéndose más lentamente que en años anteriores o se realizan pedidos más pequeños y de productos más económicos.

«La gente pregunta, pero no compra. El turrón y los polvorones están a la venta, y se vendían bien a estas alturas. Ahora están esperando, y lo llevarán solo para las fiestas, si lo llevan. Espero que sea así», señalan.

Sandra Alonso

«Los precios no los podemos subir»

En la panadería O Cornecho, en Galeras, están percibiendo un cambio de costumbres entre sus clientes a la hora de comprar pan. «Aún no es generalizado, pero empieza a notarse que se llevan piezas más pequeñas», explica Adrián Hombre. En este negocio están Ana y Mingos Cerqueiro, y Manuel y Adrián Hombre. Dicen que intentarán mantener los precios «todo el tiempo que sea posible». Adrián comenta que «en los últimos cuatro o cinco años no había subido, y hace un tiempo hubo que subir algo, pero no puede repercutirse toda la subida en el pan». En septiembre pasado optaron por incrementar el precio de bollería y empanadas, y dejar al margen el pan. La situación actual está afectando «al margen de beneficio, que se lo comió hace tiempo». Su factura de la luz ha pasado de «1.500 euros a 3.700».

PACO RODRÍGUEZ

«El almidón de maíz sube un 50 %»

Miguel Rey, de la panadería M del Río, dedicada en exclusiva a productos sin gluten, acaba de negociar la compra de almidón de maíz, materia prima básica para sus artículos. «A partir de enero será un 50 % más caro», apunta. Rey, que suma al encarecimiento de las materias primas el de los combustibles, reconoce que «no puedo subir los precios en la misma proporción, porque es inviable. Es un producto que se consume por una cuestión de salud». Explica que, si el coste de las materias primas casi está «eliminando los márgenes de beneficio», el precio de la luz y el gas «es totalmente imprevisible. No puedo saber cuándo pagaré cada mes». Miguel Rey señala que en su establecimiento pasaron de hacer frente a recibos «de 1.000 euros mensuales a pagar 3.000, y quién sabe cuánto más», lamenta.