Los actos del 25N concluyeron con una manifestación que reclamó libertad y no miedo
26 nov 2022 . Actualizado a las 21:52 h.La violencia machista contra las mujeres ha provocado 37 muertes en lo que va de año en España, una de ellas en Galicia, donde desde enero se superan las seis mil denuncias y están activas 4.200 órdenes de alojamiento. Y tan solo en el municipio de Santiago más de 150 mujeres necesitan protección policial. Ante estas cifras absolutamente incontestables, cientos de personas acudieron ayer a la manifestación compostelana para conmemorar el 25N, fecha elegida por la ONU como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres.
La manifestación arrancó en la plaza 8 de marzo con mensajes unitarios de denuncia contra la violencia de género. Entre las pancartas más potentes destacó la que reproducía la frase Ruximos polas que non están, que se vio reforzada con carteles individuales en contra del machismo y con el recuerdo de Masha Amini, la activista iraní que murió de una paliza tras ser detenida por la policía de la moral de su país por no cubrir todo su cabello con el velo.
A la protesta acudieron mayoritariamente jóvenes. Hubo más presencia masculina que en años anteriores y cumpliendo la petición de los colectivos convocantes de situarse a la cola de la manifestación, que terminó en la plaza de A Quintana. La convocatoria de la Coordenadora Galega da Marcha Mundial das Mulleres cerró una jornada cargada de actos que comenzaban ya por la mañana. Al mediodía, en la plaza del Obradoiro, miembros de todos los partidos políticos de Santiago se repartieron la lectura de un manifiesto que apuesta por «seguir traballando na ruptura do silencio; e sensibilizando e concienciando á cidadanía do problema estrutural que para a nosa sociedade supón a violencia machista». También recoge que «aínda que pareza obvio é o noso deber lembrar que as mulleres non desexamos ser vítimas, non desexamos ser valentes». El texto resalta los compromisos adquiridos por la corporación de Santiago para combatir la violencia de género: «Debemos mellorar a resposta institucional a todos os niveis, evitando o risco de vitimización secundaria e mellorando a confianza das vítimas; demandaremos a utilización de todos os recursos que sexan necesarios na asistencia, axuda e protección das vítimas. Os concellos somos, a maioría das veces, o primeiro recurso e, en ocasións, o único do que dispoñen as mulleres».
También en el Obradoiro, alumnado de Educación hizo la performance A morte dos prexuízos a la par que en Fonseca la USC celebraba un acto en el que el rector, Antonio López, señalaba que combatir la violencia machista «é unha loita que temos que seguir mantendo» e incidía en que el feminismo «non é unha loita só de mulleres».
Sobre la misma hora, la sede central de la Xunta paró durante unos minutos para la lectura de su manifiesto institucional contra la violencia de género y de apoyo a las víctimas, acompañado de un minuto de silencio. También se concentraron los sindicatos CC.OO y UGT a las puertas de su sede en San Lázaro.
Y en el área metropolitana, también a media mañana, la caravana que convirtió el Centro de Información á Muller de Teo en un servicio móvil permaneció estacionada frente al consistorio, en donde también se procedió a la lectura de un manifiesto. En Brión, los paraguas morados fueron los elementos elegidos para recordar la fecha del 25N. En este caso, la lectura del manifiesto estuvo acompañada por intervenciones de estudiantes del colegio de Pedrouzos y del instituto. El primer grupo leyó poemas y presentó creaciones literarias propias, mientras que el alumnado de infantil y primaria diseñó un mural. Frades también tuvo su propia campaña elaborada por escolares y en Boqueixón se organizó una jornada educativa que terminó con una caminata, actividad que se reprodujo en Rois.
Ordes, Ames y Padrón concentraron sus actos a última hora. La plataforma feminista ordense volvió a ocupar la Alameda mientras la corporación amiense celebró un acto con la simbología de los zapatos sin dueña para recordar a todas las mujeres asesinadas. Y Padrón añadió la entrega de premios a escolares.